Los resultados y una dilatada trayectoria en el sector avalan el método de recuperación del cabello, y con ello en muchos casos de la autoestima; las técnicas FUE y FUSS son las más utilizadas y recomendadas
Resulta curioso el papel que nuestro cabello tiene en la sociedad, de tal forma que podría considerarse en una especie de top 5 entre nuestras preocupaciones o a la hora de realizar cuidados, por encima incluso, sin ser conscientes de ello, de órganos vitales o motrices. Los anuncios de productos para el mismo pueblan no solamente las campañas navideñas, sino que todas las fases estacionales, mientras que un determinado peinado rompedor en la celebrity de turno ha llegado a copar titulares y portadas de medios generalistas.
Resulta si cabe todavía más interesante cómo el cabello, o el pelo en un lenguaje más coloquial, incluso moldean el diccionario español y se utilizan de forma paradigmática: “se salvó por los pelos”, “se va a enterar de lo que vale un peine” o “se te va a caer el pelo” se utilizan a diario y pueden ser incluso empleados como arma arrojadiza: “no tiene un pelo de tonto”. Y es que tradicionalmente la caída del cabello o la pérdida progresiva del mismo ha ido asociado a bajones en la autoestima y en la capacidad de liderazgo social. “El calvo ese”, de la forma más peyorativa posible, aún permanece de forma residual en algunos hábitos.
Afortunadamente, como tantos otros aspectos de la vida, la ciencia le da una solución cada vez más fiable este contratiempo, así como a los protocolos para evitar la pérdida. Sin embargo, una vez no haya en apariencia vuelta atrás, los micro injertos capilares salen a la palestra como primera referencia en el sector. Conversando con el Doctor Córdoba, especialista en injertos y micro injertos capilares, el micro injerto capilar es una opción avalada por la experiencia y los resultados.
A la hora de poner nuestra cabellera en manos ajenas es fundamental conocer el background y la experiencia de quien va a intentar recuperar nuestro esplendor. El equipo del Doctor Córdoba tiene precisamente en el aval de los años su mejor tarjeta de presentación: con antelación al tratamiento son capaces de saber el número exacto de micro injertos que se van a obtener, lo que ahorra tiempo a la hora de esperar el número de lugares receptores que hemos de realizar en la llamada técnica FUE. Y es que a la hora de hablar de micro injertos siempre nos vamos a mover entre el FUE y el FUSS. La segunda, también denominada tira, tiene la ventaja que al ser más pequeños los micro implantes capilares las incisiones pueden tener menor tamaño. Y a menor tamaño mayor número y cercanía entre las dos zonas. Por su parte, la técnica FUE se diferencia a la hora de extraer los micro injertos y en la duración, ya que tenemos que esperar a que estén todos los implantes cosechados para empezar su implantación.
A la hora de comparar ambas técnicas, el área de cicatrización acumulada de FUE es mayor que el área de cicatrización lineal en FUSS. Por ejemplo, si la primera sesión de FUE es de 2.000 injertos, habrá otras tantas pequeñas cicatrices redondas, mientras que en FUS la primera cicatriz se elimina completamente en el siguiente procedimiento. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y por ello resulta tan sumamente fundamental ponerse en manos de especialistas con experiencia de décadas y que asesoran cada caso con el mismo mimo que tratan todos y cada uno de los micro injertos que realizan.