Convertirse en autónomo siendo extranjero en España. ¿Es una buena idea?

por 21noticias.com

El concepto de trabajador por cuenta propio y ser el propio jefe ha ido tradicionalmente asociado a emprendedores locales, pero los movimientos migratorios no forzados o simplemente llegar a un nuevo lugar en busca de oportunidades pueden ser propicios para que los ciudadanos legalmente residentes en España comiencen a valorar esa opción

Buena parte de las reflexiones filosóficas respecto al ser humano y su condición pasan por hasta qué punto éste es libre y soberano sobre sus decisiones, realidades y ambiciones. Uno de esos conceptos es, sin duda, la autonomía. Entendida más allá del espectro político, hace referencia a la libertad o capacidad de los sujetos de derecho para establecer reglas de conducta por sí mismos y en sus relaciones con los demás, dentro de los límites que la ley señala. Esa es la definición literal que brinda la Real Academia Española, y su aplicación al mercado laboral tiene una conexión ineludible con el autónomo, o trabajador por cuenta propia.

Dentro de la misma familia, la autonomía se define como la capacidad de determinar qué es importante, entender que uno es responsable de los cambios y en su vida y de las consecuencias de sus actos. Hablando de finanzas, se entiende como una virtud.

Suele relacionarse el autónomo con una voluntad emprendedora, de generar negocio a través de la iniciativa personal y de proponer un modelo de negocio que entendemos se sustentará básicamente en las decisiones que tomemos con nuestra propia persona empresarial como aval. Sin embargo, en el imaginario colectivo la figura del autónomo se vincula a los oriundos o nativos de cada lugar, y a relacionar al extranjero, en la mayoría de los casos, como contratado. Más allá de los imperativos geopolíticos que obligan a movimientos migratorios forzosos, como única y desesperada solución de escape, el hecho de ser extranjero en un país está también vinculado por filosofía a la búsqueda de oportunidades de negocio, de progreso o de simplemente aportar un enfoque o una visión menos frecuente en el lugar de destino. Grandes naciones se construyeron gracias al esfuerzo, el éxito y la aportación de extranjeros que llegaron a un nuevo mundo para escribir una nueva historia.

En el caso de España, los extranjeros que barajen la opción de convertirse en autónomos, deben a acogerse o cumplir una serie de procedimientos. El Listado completo de requisitos para registrarse como autónomo en España puede consultarse aquí. Entre las ventajas que el nuevo autónomo encontrará están la libertad horaria y flexibilidad, la potencialidad de ganar más dinero, desgravar el IVA, el hecho de no estar obligado a disponer de un capital inicial, la facilidad para crecer profesionalmente, un IRPF deducido… así como en un marco más idílico y conceptual ser el propio jefe, la gestión de los tiempos de trabajo o decidir realmente en qué  y cuándo voy a desarrollar mi actividad. Sin embargo, estos últimos puntos pueden volverse en contra de uno y la responsabilidad obliga a dar unos primeros pasos que no siempre son sencillos. Por otro lado, la carga fiscal es a veces más alta que en las sociedades. Eso, por no hablar de la inexistencia de un salario fijo, o las dificultades que en ocasiones pueden encontrarse para dar con la financiación.

También los ciudadanos foráneos que quieran trabajar como autónomos en España deben de tener en cuenta un factor importante, ser comunitarios o no. En el primer caso, si tienen nacionalidad perteneciente a un país de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo, no es necesaria autorización especial alguna para ejercer como autónomo. Por otra parte, los ciudadanos no comunitarios tienen la obligación de solicitar el permiso oficial de residencia y trabajo por cuenta propia para poder darse de alta en el RETA.

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