Es inherente a las relaciones humanas su posible fecha de caducidad, una conquista de la sociedad ante etiquetas como el ‘para siempre’ y que permite, especialmente con la ayuda de profesionales, buscar la mejor salida tras el punto y aparte
Decía Einsten que solamente hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y que solamente tenía la certeza absoluta de la segunda. Ironía y sarcasmo aparte, algunos de los conceptos asumidos, y sufridos, durante décadas como eternos o irrompibles se han caído por el propio peso de la evolución, de la complejidad cada vez más de las sociedades y también por la conquista común de libertades, que nos permite vivir fuera de espacios que sentimos con lesivos, dañinos o perjudiciales, tanto para nuestra salud emocional como económica o física.
En ese sentido, de todas las disputas, confrontaciones, problemas y demás contratiempos sufridos por el ser humano, a la cabeza se sitúan la confrontación con aquellos o por aquellos seres con los que gozamos, gozábamos o deseamos seguir gozando de vinculación emocional. Es decir, lo que nos duele. Resulta evidente, concepciones idílicas aparte, que los vínculos familiares ya no solamente atañen a un contrato directamente fiel al de los votos matrimoniales, sino que estos se pueden erosionar de muchas formas. Y no tiene por qué llevar a la destrucción, sino a una resolución que permita a ambas partes salir lo menos damnificados posible. Especialmente cuando por medio aparece un vástago en común.
De todas las ramas del derecho, quizás la que requiere una sensibilidad más especial por parte de los profesionales sea precisamente la que se refiere al Familiar, ya que exige del profesional una carga emocional que defienda a cliente sin hacer el más mínimo daño posible a terceros. Se trata, en cierto modo, de otro servir y proteger. A la hora de buscar Abogados de Familia Barcelona, acreditada solvencia, junto a los valores e implicación mostrados en cada caso, hasta el punto que Antequera Jáuregui se sitúa como referente en el panorama nacional en casos que se caracterizan por su complejidad y exclusividad, por lo que cada uno de ellos requiere un trato especial acorde a sus necesidades.
Hablamos de: separaciones y divorcios, guarda y custodia, medidas urgentes o provisionales, pensiones de alimentos o compensatorias, modificaciones de medidas, paternidad, incapacitaciones y tutelas, testamentos, herencias y sucesiones, adopción nacional e internacional, así como gestación subrogada.
También referenciales son los Abogados de Familia Madrid, basados igualmente en la empatía y sensibilidad hacia los clientes y sus circunstancias. La mediación permite agilizar los procesos de divorcio o separación ya que, gracias a un acuerdo entre ambas partes, se evita trasladar el caso a los juzgados, disminuyendo así el desgaste emocional que estos procedimientos suelen conllevar. En el caso de existir niños por medio, la protección es la principal bandera.
Introducido el concepto descendencia y con niños de por medio, se hace especialmente necesario recurrir a Abogados Custodia Compartida. En el derecho de familia, la guarda y custodia de los hijos es el cuidado, convivencia y asistencia de los menores (vestimenta, alimentación y otras cuestiones básicas) pero los aspectos más relevantes (educación, médico, domicilio, etc) deben ser consentidos por ambos progenitores. Puede ser ejercida o concedida de forma exclusiva o compartida en función de cada caso familiar, aunque la norma cada vez más habitual es la compartida. Suele ser confundido con la patria potestad que siempre se ejerce de forma conjunta, salvo casos muy concretos. Siempre, la defensa del menor por delante, como desean las dos partes en conflicto.