El estrés, los malos hábitos, alimentación poco saludable o incluso un mal golpe puede dañar e incluso romper un diente.
No es necesario plantearse una rotura grande, las microroturas también están a la orden del día, sobre todo, cuando la dentición está expuesta a situaciones como el bruxismo.
Según explican desde Dental Cap Negret, una clínica de dentistas en Alicante, hay varias situaciones que pueden explicar por qué se rompe un diente.
En primer lugar, como se venía anticipando, el bruxismo. Se trata de un rechinar involuntario de dientes que suele darse por las noches, mientras el paciente duerme y que viene de la mano de situaciones de estrés, principalmente. Esto va desgastando de forma lenta pero paulatina los dientes, haciendo que pueda llegar un momento en el que la pieza acaba rota bien de forma leve o bien en su integridad.
“Cada vez vemos más esto en la consulta. Pacientes que en épocas de estrés como el actual acaban sufriendo las consecuencias del bruxismo y no le han puesto remedio con férulas de descarga que protejan las piezas durante la noche e incluso con rehabilitación mandibular cuando al final los músculos faciales se han visto sobrecargados, provocando otra situación complicada para la boca: una mala masticación”, explican.
Esta puede ser otra de las causas. Una mala mordida que no ha sido tratada con ortodoncia puede hacer que ciertas piezas se vean más afectadas después del paso del tiempo por soportar más presión durante las comidas. Esta situación, diagnosticada pero no tratada, acaba con una consecuencia clara: desgaste y rotura dental.
La descalcificación puede ser la tercera de las razones por las que se puede fracturar un diente. Este tipo de situación se da cuando el organismo sufre de falta de calcio, por lo que empieza a ser más habitual cuando se pasan los 50.
Obviamente, un golpe fuerte puede acabar acarreando una rotura, algo que puede subsanarse en consulta.
Ante todas estas situaciones hay que actuar, no dejarlo estar. Aunque a priori parezca que no es necesario porque no afecta apenas, en el medio y largo plazo puede suponer la pérdida de la pieza e incluso el dañar otras añadidas.