Nuestros ojos donde no podemos ver, nuestras piernas donde no podemos llegar y nuestra proyección en condiciones meteorológicas adversas, los nuevos reyes del aire han llevado mucho más allá los límites del ser humano
Uno de los sueños ancestrales del ser humano se corresponde con su capacidad para desafiar a la naturaleza y poder volar. De momento, la evolución de las especies no ha podido superar esa barrera biológica que llevaría al cuerpo del ser humano a tener alas, pero su condición predominante en la pirámide de la Naturaleza le ha permitido desarrollar mecanismos que han realidad sus sueños. Es el caso de la cada vez más arraiga e institucionalizada faceta de los drones, aparatos especiales que se convierten en nuestros ojos en el aire, siempre guiados por nuestra inteligencia para arribar a aquellos lugares a los que no podemos llegar.
Ya sean para labores de inspección en los lugares más recónditos o para vigilancia en el sentido más referido a la seguridad, los drones se convierten en nuestro principal aliado en los lugares donde no podemos llegar. Un caso paradigmático es el Dji Mavic Enterprise, que consta de dos versiones: Dji Mavic 3 Enterprise y DJI Mavic 3T. El primero está equipado con una cámara gran angular de 20 megapíxeles, con un CMOS 4/3 y una cámara con zoom para proporcionar una potente capacidad de generación de imágenes. Es usada frecuentemente para misiones de topografía, inspección y seguridad.
Por su parte, el DJI Mavic 3T se equipa como una cámara gran angular de 48 megapíxeles, lo que facilita una gran profundidad de campo. El sensor de media pulgada y la cámara con xoom, así como la cámara térmica para imágenes más complicadas en lugares como rescates nocturnos, luchas contra incendios o inspecciones de energía.
Mavic 3 Enterpise se sitúa como un referente en su campo y uno de los productos mejor valorados del mercado. Es menester referirse a la serie Mavic 3 Enterprise como la que redefine los estándares de la industria para drones comerciales pequeños. Con un obturador mecánico, una cámara con zoom 56x y un módulo RTK para lograr precisión en cuestión de centímetros, el Mavic 3E lleva la eficiencia de la cartografía y de las misiones a nuevas cotas. Una versión térmica está disponible para misiones de extinción de incendios, búsqueda y rescate.
Convertidos ya en muchos casos en miembros ineludibles de las misiones más arriesgadas, los drones y los seres humanos conviven en una perfecta armonía que nos ha hecho no solamente mejores, sino más completos y con unos límites cada vez más reducidas. Es la forma de minimizar nuestro rechace a condiciones naturales, orográficas o de todo tipo.