No existe ningún gran proyecto o negocio de éxito sin una correcta administración de los recursos humanos, que haga sentir a los empleados una parte importante y fundamental de la empresa; manejar las herramientas necesarias nos acercará al modelo ideal
Buena parte del éxito o el fracaso de la empresa que deseamos llevar a cabo, o del objetivo de nuestro negocio, no depende únicamente de lo buena que en nuestra propuesta inicial o en nuestro proyecto resulte la misma, sino también de la elección de las manos encargadas de llevarlo a cabo.
Más allá de eso está, además, la capacidad para optimizar todos los aspectos del proceso de funcionamiento, lo que va desde una correcta elección de las tareas a desarrollar por cada una de las partes implicadas, hasta la satisfacción que todas y cada una de esas partes muestren hacia su labor en nuestra empresa. Con ello estamos definiendo el ámbito de actuación de los recursos humanos, una de las herramientas fundamentales y sin la cual no se puede entender la labor de absolutamente ninguna empresa de éxito.
La gestión de personal viene dado por la relación en todos los sentidos entre la plantilla y la empresa, en lo que se antoja una parte fundamental que individualmente exista la percepción de que cada uno es tratado acorde con lo debido. Por parte de la empresa no ha de perderse la perspectiva de que son precisamente esos individuos protagonistas de la mano de obra, del día a día y por ende, del resultado final del producto que hacemos llegar a nuestros clientes. Sin embargo, se antoja fundamental separar estrictamente la gestión humana de la administrativa, donde se necesita un software capaz de asumir la administración de tareas, gestionar vacaciones, días libres, horas extra o control horario.
En una línea muy semejante se encuadra lo que se da en llamar la gestión de equipos, aunque ésta está encaminada directamente hacia la búsqueda de la excelencia. Podría realizarse un símil deportivo con el papel del entrenador de un equipo y su capacidad para hacer funcionar individualmente cada una de las piezas para conseguir exprimir y obtener el resultado final óptimo y deseado. La especialización y enriquecimiento mutuo son tan fundamentales como un feedback apropiado.
Sin embargo, no existe absolutamente ningún campo en el que la evolución de las tecnologías, los conocimientos o el mercado en sí no exijan un constante proceso de readaptación, aprendizaje y formación. Es precisamente este último concepto, el de la formación, el que nos dirige hacia la constante necesidad de la formación de empleados, algo que los prepare para todos los retos y que, además, les haga sentirse más capacitados para la resolución de tareas.