La elección correcta de una decoración acorde con nuestra personalidad lo permite como ninguno el papel pintado, y también contribuirá de forma más eficiente a un bienestar emocional relacionado con la identificación con nuestra estancia más íntima
Una de las herencias que nos han quedado de la época en la que la casa era nuestro epicentro no solamente emocional, sino también laboral, es el cada vez más habitual gusto por darle una vuelta a nuestro entorno y reinventarlo para darle una personalidad que salga por cada esquina de cada pared. No solamente se trata de estar a gusto con nuestro hogar, sino que éste se convierta en una expresión de nosotros mismos y un lugar, de alguna forma, único y sin par en todo el mundo. En ese sentido, una de las mejores ayudas que se pueden encontrar es el papel pintado y las múltiples alternativas y reminiscencias que suscita en quienes lo tienen y en quienes visitan un hogar que lo tiene.
Hablar de papel pintado habitación es hacerlo del microuniverso en el que realizamos buena parte de nuestras vidas y donde se exportan nuestros sentimientos más íntimos e inimitables. Las otras opciones están bien, podría decirse, pero ninguna de ellas ofrece un detalle semejante a la hora de proyectarnos como el papel pintado. Se trata de una alternativa fácil, sencilla, rápida y de calidad. Las alternativas diferentes que se abren ante el potencial comprador apuntan a una gran variedad de estilos y diseños, de los más clásicos y elegantes a los más modernos y atrevidos.
Resultaría incongruente, no obstante, optar por una elección sin tener en cuenta el marco en el que lo vamos a incrustar y el diseño con el que se ha de mimetizar, así como la cantidad de material que se va a utilizar. Por ello, antes de comprar es fundamental tener claro si se va a hacer una decoración total o parcial. Es decir, personalizar un solo rincón de esa habitación. En ese sentido, las medidas acabarán por ser más ajustadas a nuestras necesidades.
Aunque lo sigue manteniendo, tradicionalmente se ha asociado el papel pintado con un carácter vintage que ya en la práctica no lo es. Y es que en realidad se trata de una opción en alza no solamente escogida por los mejores interioristas, sino que además es tremendamente eficiente y eficaz para disimular imperfecciones en la pared. También nos permite, sin demasiados quebraderos de cabeza, cambiar la decoración para dar un volantazo en lo que estamos acostumbrados a ver en el día a día. Sentirnos acordes y a gusto con la estancia más íntima de la casa proporciona buena parte de un bienestar que si bien no percibimos como tal directamente sí conecta con nuestros sentimientos más íntimos.