El renacer de las losas hidráulicas es un fenómeno que no pasa inadvertido. No son pocas las personas, tanto amantes de la decoración como no, que admiran su encanto singular. Quizá sea por su glorioso pasado, por sus diseños y colores únicos, o por la personalidad que aportan a los espacios. Sea por la razón que sea, resulta obvio que estas losas ocupan un destacado lugar en muchos proyectos de construcción, no solo en viejas edificaciones señoriales o públicas que aún las preservan, sino también en obras modernas.
Los suelos hidráulicos son losas de cemento pigmentado con diferentes colores y diseños que se fabrican con prensas hidráulicas. Su origen se remonta a fines del siglo XIX en Europa, y están inspirados en el Art Déco y en el Modernismo, en especial en urbes como Barcelona, donde arquitectos ilustres de la temporada, como Gaudí, dejaron su huella.
Las losas originales son sólidas y resistentes, si bien debido a su porosidad, requieren una capa impermeabilizante para hacerlas resistentes a la suciedad. En la actualidad, hay pocos fabricantes que aún empleen el sistema artesanal para su fabricación. Uno de ellos es Demosaica.
¿Qué se consigue con un suelo de baldosas hidráulicas?
Lo que se busca con los suelos hidráulicos es un efecto visual característico derivado de los distintos diseños, basados en motivos arabescos, geométricos, florales, clásicos, rústicos, entre otros. Incluso existe la posibilidad de reproducir el dibujo de una baldosa antigua.
En las antiguas viviendas señoriales y burguesas, se solía mostrar un tipo de suelo distinto en cada estancia, una tradición que aún perdura hoy en día, aunque no con la misma amplitud.
Los suelos hidráulicos se utilizan habitualmente en baños y cocinas por su originalidad, lo que los convierte en una manera de diferenciarlos del resto del pavimento elegido para la vivienda. Aunque una amplia mayoría de los decoradores son partidarios de no tener miedo a la hora de mezclar estilos, quizás sea una buena idea no abusar de este tipo de losas estampadas, permitiendo que sean espacios específicos donde se usen o usarlas combinadas para crear diseños únicos.
Siguiendo esta misma idea, hay personas que prefieren utilizar baldosas hidráulicas para crear efectos visuales específicos o para crear zonas acotadas, por ejemplo debajo de la mesa del comedor, en el recibidor o en el acabado de una bañera que destaque sobre el resto del cuarto de baño. También se pueden combinar con otros materiales, como la madera, el cemento o la cerámica, para generar dinamismo visual e impacto. Esta combinación puede aplicarse a una zona o a toda la superficie.
Las baldosas hidráulicas desprenden ese brillo especial que solo puede lograrse a través del trabajo artesanal, cuidando cada detalle, color y forma. Dotan a los suelos de una personalidad excepcional, con la herencia del pasado que tanto gusta en las casas modernas. Es importante estudiar bien los diseños antes de seleccionarlos y colocarlos, considerando la ubicación, la superficie y el mobiliario, textiles y complementos.
¿Baldosas hidráulicas en paredes? También es posible
Las baldosas hidráulicas no son exclusivas para suelos, sino que también pueden ser utilizadas en paredes para crear ambientes únicos y llenos de personalidad. Las baldosas pueden emplearse como revestimiento completo de la pared o en combinación con otros materiales como la pintura o el papel tapiz.
Una opción es utilizar baldosas hidráulicas para revestir una pared entera en una habitación, por ejemplo, en un baño o una cocina, logrando un efecto visual muy interesante y original. En este caso, se recomienda elegir un patrón de baldosas con un diseño que complemente el estilo de la habitación.
Otra opción es crear un acento visual en una pared, por ejemplo, en la pared de la cabecera de la cama en un dormitorio o en la pared principal de una sala de estar. En este caso, se pueden utilizar baldosas hidráulicas en un diseño más elaborado o con colores más contrastantes, para lograr un efecto de contraste y destacar la pared.
Por último, otra opción es utilizar baldosas hidráulicas para revestir solo una parte de la pared, como un zócalo o un salpicadero en una cocina. Esta técnica se utiliza para proteger la pared de salpicaduras y manchas y aporta un toque de estilo y color a la habitación.
En definitiva, el uso de baldosas hidráulicas es una opción muy interesante y versátil en la decoración de interiores, que permite crear espacios únicos y llenos de personalidad, ya sea en suelos o en paredes.