El hecho de haber recuperado la luz en nuestras vidas después de años de oscuridad marca las tendencias en diseño de interiores y sitúa las bonanzas de la separación de ambientes transparentes como el reinado de esa luz
Los usos, gustos y sentimientos a nivel mundial han cambiado sobremanera después de haber dejado atrás más de tres años de oscuridad. Se ha vuelto a dibujar la sonrisa en unas caras que por fin vuelven a relucir, a mostrarnos tal y como somos y a ser capaces de entender las reacciones de los demás. Y es precisamente esa nueva luz que ha entrado en nuestras vidas la misma que queremos percibir y transmitir en nuestro día a día. El encierro, la oscuridad y las barreras forman parte del pasado. Es hora de volver a abrazarnos, de abrirnos a los demás sin restricciones y de saber dónde mirar de forma transparente en cada caso. En ese sentido, la decoración y la forma de organizar nuestro otro interior se muestra igualmente fundamental. Es decir, la forma en la que organizamos nuestra vivienda transmite toda esa luz que volvemos a irradiar.
Dicen todas las tendencias de diseño de interiores que volvemos a la naturaleza y a la naturalidad, al minimalismo y a la transparencia. Se buscan espacios de armonía, aireados y luminosos. No existe otra opción, por lo tanto, que a la hora de escoger nuestra división interior apostar por el vidrio a medida. Se trata de separar ambientes sin perder la luminosidad. Pero, mucho más que eso, se trata de dar la sensación de unidad, de que cada parte forma un todo.
No vivimos precisamente en la época de las grandes dimensiones a la hora de hablar de la superficie habitable, pero sí existe la posibilidad de, a través precisamente del vidrio, optimizar los espacios y generar sensaciones ópticas que nos trasladen a estancias superiores en tamaño.
No estamos tampoco en la época en la que sea recomendable tener encendido la instalación eléctrica un segundo más de lo estrictamente necesario. Es por ello que no solamente las habitaciones o los espacios interiores dan una sensación de mayor luminosidad, sino que aprovechan durante mucho más tiempo las horas de luz natural desde el exterior. Además, la cantidad de esa luz será mayor que a través de las ventanas.
La posibilidad de obtener una especie de calefacción pasiva, el hecho de mejores vistas y una sensación de conexión mayor con el exterior o simplemente la opción de personalizar cualquiera de esas estructuras de vidrio, son los factores a favor de realizar una apuesta decidida por ese tipo de ambiente. Lejos de pensar que toda la amalgama de opciones disponibles fuera más propia de una película que de la realidad, encontrar una cristalería en Coruña capaz de llevar a cabo semejante estructura no es ninguna labor de investigación.
El vidrio templado como elemento separador de ambientes tiene profesionales de la talla de Vidrios Coruña, camino de las dos décadas como referente en el sector y avalado por la experiencia de quienes no solamente han probado, sino que han recomendado y repetido, después de un trato más que profesionalizado y personalizado.