El desafío de la intuición frente al conocimiento: apostar con sentimientos

por 21noticias.com

No siempre lanzar predicciones con cuotas de por medio resulta una tarea fácil cuando existe una vinculación emocional: tendemos a desearle lo mejor al club de nuestros amores y lo peor al eterno rival, por eso preferimos muchas veces dirigir nuestras elecciones hacia espacios libres de emociones

Si una cita ha quedado para la eternidad por la posibilidad de ser aplicada a diferentes ámbitos esa es la firmada por el polímata francés Blaise Pascal: “El corazón tiene razones que la razón ignora”. Y las emociones son las razones del corazón. Quien se haya plantado delante de cualquier reto en forma de predicción deportiva conoce a la perfección esa tesitura: jugarse la suerte contra los dictados del corazón o hacerlo a favor de los entresijos de la razón.

Es por ese mismo motivo que, en cuestión de apuestas deportivas, son pocas las ocasiones en las que nos decidimos a probar suerte en el partido de nuestro propio equipo, o incluso en el del rival más directo. Pongamos un caso: somos aficionados del Manchester United y, en la final de la pasada Champions League, decidimos invertir parte de nuestro capital en adivinar por dónde irán los tiros. Dice la lógica de los algoritmos que el eterno rival sky blue es muy favorito, por lo que lo lógico sería decantarnos de ese lado. En el caso de hacerlo tendríamos un serio conflicto de intereses entre la felicidad puramente sentimental y la económica.

En el otro lado de la balanza están el riesgo y la doble justificación: invertir en la suerte del Inter puede dejar diversos y muy diferentes motivos para la satisfacción. Es en realidad un caso que podría extrapolarse a cualquier aspecto de nuestras vidas.

Un mundo se abre a golpe de click en portales como gbett1.net, uno de los referentes en el sector y que permite emitir juicios de valor sobre prácticamente cualquier tipo de competición que quepa en un reglamento. En ese sentido, las nuevas generaciones, y cada vez las menos jóvenes, han realizado una ardua labor para elevar el peso y el protagonismo de los eSports hasta que éstos se sienten en la misma mesa que el deporte tradicional.

Han llegado por canales muy diferentes, pero en la realidad no dejan de ajustarse a una lógica de competición-retransmisión-comentarios entre amigos y conceptos de ganador y perdedor. Los mayores deportes electrónicos del mundo están disponibles para las predicciones de todos aquellos que no deseen quedarse en su faceta de aficionados.

El mismo partido puede ser jugado en la versión FIFA o NBA 2K. Es decir, dos gamers pueden protagonizar un Manchester United-Manchester City del mismo modo que éste fue la final de la pasada edición de la FA Cup. Buena parte de las disciplinas o variables sobre los que apostar serán compartidos, aunque lógicamente las cuotas en este caso no dependen tanto del potencial del equipo como del que lo maneja.

Uno de los incentivos tradicionales del betting o el hecho de apostar pasa por la capacidad de darle más emoción si cabe al seguimiento como espectador de un determinado evento. Experimentar en cada pequeña jugada la emoción que no somos capaces de sentir como espectador neutral: celebrar cada córner como si estuviésemos en Anfield, durante un duelo de la tercera categoría finlandesa, por el simple hecho de que hemos apostado a mayor o menor número de saques de esquina antes de un determinado minuto. Y es que prácticamente todo lo que puede o no puede pasar es susceptible de ser apostado en las plataformas de referencia.

Los portales online ofrecen una emoción a la que acudir 24/7 los 365 días de la semana, dentro de ese concepto asentado ya desde la llegada del comercio en internet. A cualquier hora del día y de la noche, debido al cambio de franja según países y continentes, es posible encontrar un espacio en el que buscar la suerte y lanzar nuestras predicciones.

Finalmente, al igual que sucede en todos los campos de la vida, la experiencia es un grado a la hora de predecir posibles sorpresas y solamente el hábito y la soltura nos pondrán alerta de caramelos golosos que parecen sencillos de acertar y también de ‘tapados’ a los que confiar nuestra suerte. Sucede sobre el terreno de juego y también detrás de las pantallas, muchas veces donde se acumula legiones de espectadores eventuales, seguidores o hinchas en muchos casos cuya suerte comparten con los deportistas.

Y es que, a fin de cuentas, el único responsable de nuestras decisiones somos nosotros mismos y por eso todo éxito podemos atribuirlo a nuestra intuición, conocimiento y capacidad para predecir el futuro o tendencias en un evento determinado. Con la llega del verano, lejos de decrecer la actividad, se concentran muchos de los grandes torneos y puede empezar a intuirse por dónde irán los pasos de los grandes referentes en los deportes colectivos.

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