Las argucias para seducir oídos. Por Jesús Antonio Rodríguez Morilla

por Jesús Antonio Rodríguez Morilla

  • Doctor en Derecho por la U.C.M. (Cum Laude)
  • Licenciado en Derecho.
  • Certificado-Diploma de Estudios Avanzados. (Fundamentos de Derecho de la U.E. y problemas actuales en el ámbito del Derecho Público).
  • Licenciado en Ciencias Políticas.
  • Caballero de Mérito por Real Orden Noruega

Me había prometido a mí mismo no volver a importunarles hasta la “noche de marras” del próximo 23 a 24/7, a fin de comentar cuantías de resultados, pero la publicación del Programa Electoral del PSOE, así como sus soflamas, han influido en forma contraria a cambiar de intención.
Resulta probable que algunos de Uds. recuerde a lo largo de estos años, en algunas de mis columnas, haberme referido tanto a la Escuela Sofista de la Grecia de Pericles, como al nuevo renacimiento moderno de dicha Escuela, practicado por nuestro Gobierno de Coalición.
Según José María García Gutiérrez, aquella fue una Corriente filosófica surgida en Grecia (siglo V a.C.) y constituida mayoritariamente por filósofos venidos de otras polis a instalarse en Atenas, donde abrieron escuelas de enseñanza.
Por otro lado, David Lorenzo Cardiel, apunta que la retórica y la dialéctica vivieron posteriormente un desarrollo vivaz, junto a un pensamiento fruto de los vaivenes de las decisiones dentro del ámbito de la poli ateniense, surgiendo un pensar característico de la mayoría de los sofistas de la época clásica: relativismo moral y ético e inclinaciones ateas, un esbozo primigenio del escepticismo posterior.

Opinamos en la línea de García Gutiérrez, que, en la reinvención moderna de dicha doctrina, y, aunque hoy en día el término ‘sofista’ posee un significado coloquial peyorativo (en ese sentido, se entiende por tal a una persona demagógica que juega con los argumentos para ‘enredar’ y ‘confundir’ las cuestiones esenciales, sacando provecho de ello).

Fue en 2020, cuando comencé a comentarles sobre estas prácticas a través de dos reconocidos sofistas al frente del poder político: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los cuales anunciaban a finales de dicho año, su acuerdo para gobernar, en el que nunca creímos, y escrito, quedó así reflejado.

Más tarde, distintas circunstancias pasadas y presentes restaron y aumentaron practicantes doctrinarios, produciendo un tipo de Gobierno arribista cuyas actuaciones y métodos, igualmente conocidos por Uds. a los cuales tampoco voy a referirme, significando que este País no se encontraba acostumbrado a tales prácticas.

Un nuevo personaje (Yolanda Díaz) a la cual también me he referido en distintas ocasiones, irrumpía bajo otra fórmula más cálida en formas y palabras que gustaban y gustan al electorado.

Subyacen en las mismas una retórica embaucadora, evocando una opacidad y turbidez política, incapaz por tardía, de intentar, mediante promesas equívocas, proclive al recelo, no permitir una regeneración política que hace años se viene reclamando.
Efectivamente, una Coalición fragmentada y dividida que ha carecido e ignorado ideas constructivas y regeneradoras, generando su eventual permanencia, distintas fórmulas al frente de España, que ha resultado y resultaría dañina y hasta suicida.
En nuestra opinión, dicho Programa Electoral y sus soflamas, constituyen puras entelequias especulativas, siempre a la espera de los condicionantes finales, dirigidas a un País imposibilitado económicamente, el cual bordea una trágica situación económico-social a corto plazo.
Unos ejemplos enunciativos por razones de espacio:
-La llamada HERENCIA UNIVERSAL por valor de 20.000 euros destinada a formación de jóvenes hasta 23 años, sometida a un nuevo tributo de un 4% a las grandes fortunas.
-Transporte gratuito para jóvenes.
-Finalizarán las listas de espera sanitarias.
-Un largo etcétera de imposibles….

Conceptualmente, son conceptos interpretables concebidos por una formación política desesperada, la cual trata de idealizar y convertir diferentes resultados contrarios o irrealizables que no funcionan ni en pasado, presente o futuro, a través de intentos desesperados finales en situaciones complicadas que ni ayudan, resuelven o solucionan, únicamente agotan y no terminan nunca de forma positiva. (Son las llamadas “patadas de ahogado”).

El próximo 23, tendremos la respuesta, aunque sea la menos mala.

 

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