Tras la debacle socialista, Feijóo preparó concienzudamente el debate frente a Pedro Sánchez en Antena3 y siguiendo las indicaciones del hacedor de Presidentes, el ínclito Miguel Ángel Rodríguez, utilizó la técnica conocida como «Galope de Gish» para desarbolar a un atónito Sánchez
Feijóo, galopante gishiano
Según Wikipedia.org, el Gish gallop (galope de Gish) o ametralladora de falacias es «una técnica de debate que se centra en abrumar al oponente con el mayor número de argumentos posible, sin tener en cuenta la exactitud o solidez de los mismos» y tendría como efecto colateral la imposibilidad de celebrar un debate sereno y constructivo al quedar desarbolada cualquier estrategia mínimamente racional del contrincante.
El término fue acuñado por Eugenie Scott y recibe su nombre del creacionista Duane Gish, que utilizó esta técnica con frecuencia contra los defensores de la evolución. Durante el Gish gallop, «un debatiente se enfrenta a su oponente con una rápida sucesión de argumentos engañosos, medias verdades y tergiversaciones en un corto espacio de tiempo».
Ello imposibilita que el oponente pueda refutarlo todo en un solo turno de un debate formal, pues de facto, «cada punto planteado por el «galopante gishiano», exige considerablemente más tiempo para ser refutado o verificado que para ser enunciado».
Asimismo, según wikipedia.org, «la técnica hace perder tiempo al oponente y puede poner en duda su capacidad de debate ante un público que no esté familiarizado con la técnica, (especialmente si no hay una verificación independiente de los hechos o si el público tiene un conocimiento limitado de los temas)».
Sirviéndose de dicha técnica y de la complicidad de Antena3 al no silenciar el micrófono del candidato que no estuviera en el uso de la palabra así como de los moderadores del debate al no interrumpir la lluvia de falacias y medias verdades del dirigente del PP, Feijóo logró su objetivo confeso de impedir un debate sereno al desarbolar cualquier estrategia mínimamente racional de un desconocido Sánchez que terminó el debate descompuesto e irritado, mientras Feijóo habría conseguido superar el estigma de bisoñez oratoria gracias al impacto mediático de su triunfo en el citado debate de Antena3.
El cisne negro de Feijóo
Sin embargo, tras vencer con holgura a Pedro Sánchez en el citado debate y ya en la recta final de la campaña electoral, Feijóo se habría despertado una mañana en TVE 1 con un inesperado cisne negro que estaría amargando sus horas de vino y rosas previas al 23J.
El término cisne negro designa a un «acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori».
En el caso de Feijóo, ese cisne negro habría adoptado la forma de una «rara avis» del periodismo llamada Silvia Intxaurrondo, , (despedida de Telemadrid tras realizar una entrevista que incomodó hasta el paroxismo a Díaz Ayuso), pero que, sin embargo, no habría olvidado que el «código deontológico periodístico impele al periodista a superar el endemismo atávico de la servidumbre del periodismo a los poderes fácticos del status quo».
Así, la habitual práctica periodística imperante en el periodismo español estaría mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad en sus comentarios políticos, así como por un comportamiento cómplice de los periodistas con los políticos en las entrevistas televisadas, de lo que sería paradigma la labor de los moderadores de Antena3 en el reciente debate Sánchez- Feijóo.
Por el contrario, Intxaurrondo se olvidó de la autocensura que flagela la conciencia del periodista devenido en mera correa de transmisión de los postulados de su medio digital, impreso o audiovisual y consiguió descolocar a un atónito Feijóo tras desmontar, con datos contrastados, las «inexactas afirmaciones» del candidato del PP.
La clase magistral de periodismo auténtico de Silvia Intxaurrondo, provocó una inusual actividad en el habitual encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad actual al convertirse en trending topic en Twitter) y sirvió para conocer mejor al candidato Feijóo. Así, se pudo comprobar que su pensamiento se caracteriza por no tener en cuenta las razones contrarias, pues «tan solo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción» y sufre de un delirio de grandeza que provoca que «el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión»(Derrotar al Sanchismo).