España sudará sin Ricky para optar a medalla en el Mundobasket

por R. Campos

El Mundobasket de Asia que comienza en unas semanas se ha convertido, casi de improviso, en un Tourmalet para la selección de Sergio Scariolo. La baja del base Ricky Rubio, sumada a la del nacionalizado Lorenzo Brown, es un rejón enorme para el alma de la Roja. Rubio es el líder espiritual de un combinado que tiene su fuerza en el bloque. Hay muy buenos jugadores, pero el conjunto está por encima de todo. La defensa, dirección y liderazgo del de Masnou lo convertían en la pieza clave. Ahora, está por ver cómo se rehace el grupo de este bajonazo moral.

Ahora mismo, las casas de apuestas dan a España como sexto o séptimo favorito al título. El relato es el siguiente. Por plantilla hay no menos de cinco países con ligera superioridad sobre el combinado hispano. El primero es EEUU, que será testada contra España y Eslovenia este fin de semana, y que tiene muy buena pinta, pese a la inexperiencia de sus hombres. Le siguen Canadá, Francia, Eslovenia, Serbia, Grecia y Australia como aspirantes a presea.

El gran problema para los del mítico coach italiano es que tras una primera fase fácil, con Costa de Marfil, Irán y un Brasil venido a menos, deberán toparse seguramente con franceses y canadienses en la siguiente etapa que dará acceso a los dos primeros a los cuartos de final.

Alcanzar esos cuartos no será nada fácil. Por talento individual, los norteamericanos del español Jordi Fernández, son los segundos del torneo tras los USA. Si finalmente acude Murray, el base estelar de los campeones NBA, los Nuggets, el team de Canadá es completísimo. Excelentes creadores y tiradores, buenos defensores y reboteadores solventes. Los franceses, con Gobert, De Colo, Fournier o Yabusele también tienen mayor potencial físico que los españoles. No obstante, Scariolo es la bestia negra de los gabachos, a los que casi siempre gana, pero una cosa no quita la otra.

Perder con uno de estos dos equipos o con los dos, no sería nada improbable. En ese caso, los rojos deberían sacarse prematuramente el billete de vuelta.

Si se superan estos obstáculos te plantarías en unos cuartos ante Serbia o Eslovenia. Mal asunto.

En conclusión, el año pasado España logró el más meritorio oro de su historia con un equipo peor que el que acudirá a Asia y siendo entonces el octavo en las apuestas previas. La competitividad, unión, defensa y clase de los españoles tiene otra vez un enorme reto delante de sí. ¿Es posible? Sin duda. Pero sin Rubio todo se antoja muchísimo más complicado.

 

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