¿Qué es el Internet de las cosas (IoT) y cómo está impactando nuestra vida cotidiana?

por Redacción Nacional

Basta con echar un ojo a nuestro alrededor para encontrar un objeto conectado a internet que sea capaz de recopilar y transmitir datos en tiempo real. No faltan los ejemplos. Algunos de ellos, como pueden ser un reloj inteligente, una webcam de vigilancia o una lavadora que puede controlarse a través de una aplicación móvil, están perfectamente integrados en el día a día. Detrás de cada uno de estos y de miles de casos similares se esconde un concepto que viene revolucionando la vida cotidiana del ser humano: el llamado internet de las cosas (IoT), la idea que permite gestionar el entorno desde la tecnología y de una manera más eficiente.

La secuencia que se encarga de darle cauce a todo este asunto está formada por tres elementos básicos: los sensores, la conectividad y el análisis de información. Los primeros, incorporados a cualquier tipo de dispositivo, se ocupan de la recogida de datos que brinda el medio físico que nos rodea, como pueden ser, entre multitud de opciones, la temperatura, el movimiento u otras variables que puedan ser detectadas. Una vez hecho esto, la conexión a la red tiene como tarea compartir todo ese contenido, que después será procesado, mediante potentes algoritmos e inteligencia artificial, con el objetivo de sacar conclusiones, tomar decisiones más certeras y optimizar los procesos que nos interesen.

Con este mecanismo, el IoT ha conseguido mejorar el desarrollo y la productividad de un gran número de sectores fundamentales de la sociedad, desde la educación hasta la sanidad, el ocio, el transporte o la industria, por citar sólo algunos ejemplos. La repercusión de esta tecnología está siendo altísima, como así lo confirman los números que manejan en International Data Corporation (IDC). La consultora concluye que la inversión en el internet de las cosas podría rebasar este año los ochocientos mil millones de dólares en todo el mundo, una cifra que supone una subida de diez puntos porcentuales con respecto al curso pasado. La previsión en este sentido pasa por llegar al billón de dólares en un plazo de tres años.

Si bien es cierto que los sistemas basados en el IoT llevan décadas entre nosotros, es ahora cuando su impacto se encuentra en plena efervescencia, sobre todo porque en estos momentos es más fácil encontrar sensores a precios bajos, disponer de conexiones de alta velocidad y disfrutar de procesadores de información más avanzados. Esta evolución es la que ha permitido que la monitorización de los objetos sea mucho más precisa y más exhaustiva. A día de hoy, cualquier persona, en términos cotidianos, puede conocer y compartir a través de una simple pulsera elementos como el porcentaje de oxígeno en sangre, los patrones de sueño o el volumen de calorías quemadas. Se trata de un proceso que va más allá de lo personal, que también puede aplicarse en otros niveles más amplios.

Bajo esta sintonía, el internet de las cosas forma parte asimismo de todo tipo de empresas industriales, donde los sensores instalados en la maquinaria son capaces de gestionar la productividad en directo, anticiparse a las necesidades para ejercer un mantenimiento correcto y optimizar los resultados. Todo esto permite a las compañías ser más eficientes, reducir costes y emplear mejor el tiempo de trabajo. La agricultura es también otro de los sectores beneficiados, y es que los dispositivos con IoT pueden captar, entre otras cosas, los índices de humedad de la tierra, las probabilidades de lluvia o el estado de los cultivos. Con toda esta información los agricultores pueden tomar decisiones más acertadas en favor de un rendimiento más completo.

En cuanto al ocio y el entretenimiento, las plataformas de esta índole con presencia en internet hacen uso de una de las variantes más célebres del IoT, el conocido como big data. Este software permite analizar el comportamiento de los usuarios, sacar conclusiones y ofrecer en consecuencia unos servicios especialmente personalizados. El ejemplo perfecto es el de los mejores casinos online de España, que están dotados con esta herramienta para conocer con mayor precisión qué juegos son más populares, qué franjas horarias funcionan mejor o cuáles son las preferencias de los jugadores.

También en el ámbito sanitario está dejando huella esta tecnología. Los profesionales de la medicina disponen de los elementos necesarios para medir de manera remota las constantes clínicas de los pacientes y actuar en consecuencia. De esta manera, es posible obtener tratamientos más individualizados o conocer a distancia los datos que pueden emitir dispositivos tan sensibles como un marcapasos o una bomba de insulina. El internet de las cosas está presente de igual modo en otras áreas como la domótica, diseñada para automatizar viviendas; o el transporte, donde estos avances ayudan a conocer las condiciones del tráfico. En definitiva, el concepto que prevalece en todo este asunto no es otro que el de obtener un mundo mucho más interconectado.

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