Evitar preocupaciones en el precio de la energía y confiar la misma en nuestro proyecto a una reputada gestora con tarifas techo puede suponer una eliminación de las preocupaciones o sorpresas nefastas para la contabilidad
Entre los condicionantes que ponen peros a la aventura empresarial de muchos potenciales emprendedores está el cómo convertirnos en lo suficientemente rentables y autosuficientes para hacer frente a facturas y que el gasto de las mismas no lastre los beneficios de los meses iniciales de nuestro negocio. También es un hecho al alza en los últimos meses, por más que se haya aliviado en cierta forma, que entre las preocupaciones patrias está el cómo afrontar el consumo energético y de qué forma rasca el bolsillo el siempre temido recibo de la luz.
Es por ello que una de las decisiones más determinantes e importantes en nuestros primeros pasos como empresarios está dónde y a quién confiamos la gestión y el servicio de electricidad, de tal forma que solamente tengamos que preocuparnos de facturar y hacer frente a otro tipo de gastos.
Las tarifas eléctricas empresas exigen, en primer lugar, un arduo trabajo comparativo para encontrar la que mejor se adapte a nuestras necesidades específicas, pero especialmente aquella que en sus fluctuaciones no nos deje en potencial evidencia. En ese sentido la voz de la experiencia de muchos profesionales apunta a Novaluz como una de las soluciones eléctricas preferidas por los responsables de pymes, gracias en buena medida a la llamada tarifa techo, especialmente sensible con la realidad de los autónomos.
La propuesta estrella de la tarifa techo para pequeñas y medianas empresas pasa por la protección constante contra las subidas habituales en el precio de la energía y un servicio de asesores energéticos especializados que ayudarán a los clientes a optimizar el consumo mes a mes. En el polo opuesto al daño ocasionado por las habituales subidas de la luz está la posibilidad real de que el usuario saque provecho de las bajadas en el precio de la misma, gracias a los efectos de las tarifas variables.
Uno de los aspectos que más ha gustado y satisfecho a los clientes de pequeñas y medianas empresas que han apostado por la tarifa techo pasa por el nulo margen respecto a la potencia que saca la empresa energética. La potencia se cobra al precio del Boletín Oficial del Estado o, lo que es lo mismo, se limita al coste establecido por el Gobierno para que el autónomo obtenga el cien por cien de rentabilidad.
El modelo de la tarifa techo opta por combinar lo mejor de las tarifas indexadas y las tarifas de luz de precio fijo, de tal modo que el techo establecido jamás será rebasado. Y, en ese sentido, al pequeño empresario y autónomo le será mucho más sencillo establecer límites y jugar con márgenes presupuestarios.