La Asociación de Futbolistas Españoles quiere manifestar su máxima preocupación por la presencia, en condición de vocal, de Jaime Caravaca Fontán como integrante del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
Jaime Caravaca es sobrino de Ramón Caravaca. Éste último es el administrador y único accionista de la inmobiliaria Egmont 2008 SL. Según denunció El Confidencial en sus informaciones sobre la Supercopa Files, esta empresa fue la que pagó el presunto espionaje al que fue sometido David Aganzo, presidente de AFE y de FIFPRO (Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales).
Es conveniente recordar que el presunto espionaje a David Aganzo ya fue denunciado y su investigación, entre otras más, forma parte de las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda. Hecho que también se denunció al CSD (Consejo Superior de Deportes) en repetidas ocasiones, sin que éste tomase ninguna decisión al respecto ni lo trasladase al TAD.
Cabe recordar, además, que Ramón Caravaca es socio del bufete GC Legal, cuyo socio director y fundador es Tomás González Cueto, acreditado como asesor jurídico externo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), además de ser el abogado penalista que representa a Luis Rubiales en algunos procedimientos penales.
Por otra parte, la asociación quiere recordar que el pasado mes de marzo se conoció, a través de una información publicada por El Confidencial -documentación a la que AFE tuvo acceso-, que Ramón Caravaca confesó en una investigación interna del Colegio de Abogados de Madrid que «los seguimientos y vigilancias al presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) contaron con la autorización de Rubiales«, según informó el diario digital.
Posteriormente, el Colegio de Abogados de Madrid aclaró en un comunicado que «quien efectuó el encargo -a Ramón Caravaca- fue un cliente que le fue presentado por don Juan Rubiales», no por Luis Rubiales.
Por todo ello, AFE entiende que Jaime Caravaca, al tener claras y evidentes conexiones con la RFEF y su presidente suspendido temporalmente por FIFA, debe inhibirse en el procedimiento abierto que puede acabar con la inhabilitación de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol por su muy grave comportamiento en el transcurso y tras la final de la Copa Mundial Femenina.