Jesús Gómez Antelo: De la emigración a la política, una vida dedicada a la justicia social y los derechos laborales

por Alejandra Plaza - Frankfurt

AlejandraPlaza.Zúrich.

En la tranquila localidad gallega de Vilamaior, nacía un hombre destinado a marcar la vida de muchos con su incansable lucha por la justicia social y los derechos laborales. Jesús Gómez Antelo ha pasado décadas en Suiza donde comenzó su viaje en el sector de la construcción y se convirtió en un ferviente defensor de los derechos de los trabajadores gallegos y portugueses.

Este año, con su candidatura al Senado respaldada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) en la provincia de A Coruña, dio un paso más en su compromiso con la causa que lo ha motivado durante toda su vida. Desde sus primeros días como anarcosindicalista en Galicia, Gómez se sintió atraído por la lucha por los derechos laborales. Sin embargo, la situación económica y la incomodidad con actividades clandestinas en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) lo llevaron a emigrar a Suiza. Allí, no abandonó su compromiso. Fundó el Sindicato Interprofesional de Trabajadores (SIT) en el cantón de Ginebra, donde se convirtió en su primer vicepresidente, un logro sin precedentes para un temporero en Suiza.

Su influencia también se extendió a los medios de comunicación, donde en Radio Cité creó «Galiza Sempre», un programa en gallego que trató temas laborales, culturales y de debate durante 20 años. Gómez comprende los desafíos constantes y la soledad que a menudo enfrentan los sindicalistas pero su determinación y espíritu activista han permanecido inquebrantables. Uno de los hitos más destacados en la vida de Gómez fue su participación en el caso de las «pensiones olvidadas». Gracias a su iniciativa, este tema llegó a la atención pública a través del programa televisivo «¿Quién sabe dónde?» presentado por Paco Lobatón en la década de 1990. Esto permitió a los trabajadores gallegos y portugueses reclamar el dinero que les correspondía y que, hasta entonces, había sido olvidado. Pero Jesús Gómez Antelo es mucho más que un sindicalista. Su vida ha estado marcada por la dualidad entre su identidad gallega y suiza. Originario de O Carballal, en la parroquia xalleira de Vilamaior, ha enfrentado desafíos y dificultades en ambos países pero siempre ha mantenido su dedicación a la causa de los trabajadores. En un mundo donde las condiciones laborales y los derechos de los trabajadores siguen siendo una preocupación constante, Gómez continúa forjando su propia historia. A pesar de las dificultades para encontrar sustento en tierras suizas, su compromiso con la defensa de los derechos laborales sigue siendo firme.  Gómez tiene claro su objetivo: trasladar la experiencia positiva que ha acumulado en Suiza a la gestión de las autopistas y autovías, a la fiscalidad, a la democracia directa y a las decisiones colegiadas en las instituciones, así como a las competencias de las naciones. Su amplia experiencia, su compromiso y su dedicación a la causa de los trabajadores son un ejemplo claro de determinación para toda una generación de emigrantes gallegos.

«Para min Xesús é un exemplo de superación e de coraxe, unha persoa feita a sí mesma que se converteu nun referente da emigración en Suíza onde desenvolveu unha traxectoria profesional e persoal admirable, sobre todo, polo seu compromiso e activismo sindical na defensa dos dereitos dos traballadores e traballadoras emigradas. Estou segura que son incontables as galegas e os galegos agradecidos polo seu traballo para conseguir condicións laborais xustas, por ser unha guía para desenvolverse no País alpino, para axudar a moverse no sempre proceloso mar das administracións públicas,  tendo en conta, ademais, cuestións como a barreira idiomática. Sempre agradecemos unha man amiga no camiño pero máis que nunca cando esa man vela polos teus dereitos, facilita a integración social e laboral e che fai máis doado saír adiante nun país que non é o teu.  Xesús foi esa man amiga para moitas persoas que colleron as maletas cara Suíza en busca dun futuro mellor. E quero destacar tamén que este xalleiro de Vilamaior sempre mantivo un vínculo profundo con Galiza, unha terra a que quere e da que presume, cuxa lingua, cultura, historia e actualidade contribuíu e contribúe a difundir entre os galegos e as galegas da emigración suíza. En definitiva, Xesús é un exemplo e un orgullo do que somos como pobo» aportó Ana Pontón en relación a Jesús Gómez Antelo

Jesús Gomez Antelo ha vivido una vida marcada por desafíos y retos, una vida que ha sido como la de cualquier persona en su situación, pero que ha dejado una profunda impresión en él. Su deseo de involucrarse en la política y participar en campañas interesantes muestra su compromiso con la sociedad y su deseo de hacer una diferencia. La etapa de 20 años en la radio, que él considera de vital importancia para la emigración, refleja su capacidad para conectarse con la gente y transmitir información importante. Además, su experiencia en el sindicato, desde ser un militante hasta jubilarse como empleado, muestra su dedicación y compromiso con la lucha por los derechos de los trabajadores. Sin embargo, la vida de Jesús también ha estado marcada por momentos de frustración y desengaño. La sensación de ser dueño de la verdad y encontrarse con la maldad gratuita de otros le ha causado lágrimas en la soledad de la noche. 

«Puxéronme moitos carabullos nas rodas ao longo da miña vida simplemente polo feito de facer dano» recordaba 

Estos momentos traumáticos, aunque difíciles, también han sido constructivos, enseñándole mucho sobre la naturaleza humana y las complejidades de la vida. Jesús menciona la posibilidad de escribir un libro sobre sus vivencias y no cabe duda de que tendría una historia rica que contar. Su vida social y profesional han estado llenas de altibajos, pero su capacidad para perseverar y aprender de sus experiencias es admirable. En el futuro, cuando finalmente se sienta con calma para escribir sus vivencias, sin duda compartirá una historia llena de lecciones de vida y perspicacia sobre la humanidad. Jesús Gómez Antelo es un emigrante entregado, un súper abuelo y un militante activista del BNG que sigue siendo un faro de esperanza para aquellos que luchan por un mundo más justo y equitativo. Su historia es un recordatorio de que la pasión y el compromiso pueden superar cualquier obstáculo en la búsqueda de la justicia social y los derechos laborales.

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