Feijóo se postula como un candidato “libre” frente a un Sánchez que se pliega “a todas las exigencias” del independentismo

por Redacción Nacional

En la tribuna del Congreso, Feijóo comenzó su intervención en el debate de investidura saludando a las autoridades e invitados presentes, pero acto seguido y “sin más preámbulos” abordó el asunto de la “amnistía” y del “referéndum” que demandan las fuerzas independentistas catalanas para facilitar la gobernabilidad del país.

De esta manera, el presidente del PP y candidato a la investidura propuesto por el Rey dedicó la primera parte de su discurso a confrontar su posición con la que, dijo, defienden los socialistas que lidera Sánchez para continuar al frente del Gobierno.

Así las cosas, afirmó que para ser jefe del Ejecutivo le “bastaría” con “aceptar” que “la amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán» y que «no se resolverá de forma definitiva si no contemplamos el derecho a decidir de un referéndum o cualquier fórmula equivalente o análoga”.

Tras repetir esa idea, Feijóo dejó claro que no piensa defender eso porque tengo «principios, límite y palabra”. Y “fuera de la Constitución no hay democracia”, sentenció. Siguiendo esta línea, corroboró que en el proyecto para España que presentará en su investidura “no figura” la amnistía ni la autodeterminación ni “fórmulas análogas”.

En este sentido, apuntó que alguien que aspira a ser presidente de todos los españoles debe dejar esto “claro desde el primero momento”. “Yo lo hago”, destacó, al tiempo que agregó que para él la amnistía no es “aceptable” ni “jurídica ni éticamente».

Confrontó así con la posición que, a su juicio, defienden los socialistas con Pedro Sánchez a la cabeza. De tal manera, afirmó que “esta sesión de investidura dificulta el aterrizaje en la opinión pública del precio que otros se plantean pagar para seguir en el poder». «Al fin y al cabo, esta sesión de investidura nos retrata a todos hoy y en el futuro en el que todos volveremos a responder a los españoles”, alertó.

“Retrata a quien acude como un candidato libre para cumplir su palabra con los electores y a quien no lo hizo ni lo hará, retrata a quien ha llegado a acuerdos con diferentes partidos sin renunciar ni a sus convicciones ni sus compromisos, a quien no lo hizo ni lo hará, y retrata a quien antepone el interés general a la ambición personal”, subrayó.

El líder del PP defendió que se presenta la investidura porque tiene “un deber” que no va a “eludir” ya que, en primer lugar, se sebe a los “más de ocho millones de compatriotas que le dieron la victoria” al PP en las elecciones del 23 de julio.

No solo a ellos, también a los más de 3 millones que apostaron por otras formaciones políticas y que “han confirmado su apoyo” a esta investidura, en referencia a Vox, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Pero también, dijo, se siente “representante de la inmensa mayoría de españoles que el 23-J votaron a partidos que tampoco llevaban en su programa ni amnistía ni autodeterminación de ninguna fórmula equivalente o análoga”.

“Me debo a quienes clamaron igualdad en las calles de Madrid”, enfatizó Feijóo, para a continuación defender que el texto constitucional no puede ser “burlado” mediante “subterfugios que desprecien el esfuerzo de nuestros constituyentes”. “Y mucho menos acepto que sea directamente controvertida con decisiones que eliminen de un plumazo la igualdad de todos los españoles”, alertó.

Por ello, Feijóo propuso reforzar los instrumentos para proteger “la dignidad” del Estado incorporando al Código Penal un “delito de deslealtad constitucional”, como recalcó que ocurre en todos los países de nuestro entorno. En segundo lugar, habló de volver a castigar el delito de malversación.

“En realidad, todo esto parte de la gran falacia de que la investidura del próximo presidente del Gobierno de España tiene que pasar irremediablemente por aceptar todas las exigencias del independentismo”, sentenció. “No es cierto”, se reafirmó, alegando que los españoles los españoles no votaron que los independentistas fuesen decisivos al otorgarles el 5,5% de los votos.

Cada vez que el líder del PP expresó ideas como esta, la bancada popular le arropó con aplausos. En su caso, Feijóo miró repetidamente a Sánchez como si se tratara de un ‘careo’ entre ambos.

(SERVIMEDIA)

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