El Depor llegó al Toralín con argumentos para ganar el partido, con intensidad y carácter, durante diez minutos marcó los tiempos de juego hasta la expulsión de Pablo Martínez por roja directa. A partir de la expulsión, los numantinos coruñeses frenaron los ataques de la Ponferradina, anulados estos por la férrea línea defensiva del Club coruñés, secando las acciones de acoso a la portería de Mackay, manteniendo el resultado inicial hasta que el juez de línea dio un gol que, a todas luces, vino precedido de un fuera de juego.
Hoy el número trece no fue favorable al conjunto coruñés. Trece sí, fueron los rivales del Deportivo, once jugadores más el árbitro y el juez línea que le regaló el susodicho gol a la Ponferradina.
Lo mejor del partido han sido las buenas sensaciones, que, a pesar de jugar en inferioridad, en ningún momento el Deportivo dio la espalda al partido, todo lo contrario, ayudado por los deportivistas que se dieron cita en las gradas del Toralín. El equipo defendió ordenadamente con un 4-3-2 y hasta el último aliento salió a por la victoria. Se ha comprobado que las jugadas a balón parado en este quipo dan resultado, si no recuerdo mal, es el cuarto gol que suma el equipo en jugadas ensayadas en los entrenamientos.
Sensación agridulce para la parroquia deportivista que veía como un gol injusto les iba a sustraer puntuar como mínimo, llegó la mencionada jugada del Depor y el empate ha sido un mal menor.
Feliz regreso a los deportivistas. Sumar es importante, sobre todo, cuando los elementos están todos en contra.
Foto @RCDeportivo