Seleccionar la herramienta idónea en cada ocasión optimizará nuestros tiempos de trabajo
En las antípodas del estrés del día a día y de una vida a la que acostumbramos a poner a un número alto de revoluciones está en muchos casos el sentirnos dueños de nuestras obras. Y no solamente se refiere al concepto de obra como acto, sino también en el sentido más estricto de la expresión. Es decir, una de las formas con las que nos gusta relajarnos pasa por la construcción, el retoque, la reforma o simplemente el lento proceso en el que poco a poco con nuestras manos moldeamos y arreglamos el hogar. Pero no siempre nos dotamos de las herramientas necesarias o más idóneas para cada proceso, y en ese sentido ser capaces de discernir puede ahorrarnos un proceso que se antoja mucho más sencillo con la información correspondiente.
Pensar en un atornillador de impacto, hacerlo en un atornillador o en un taladro pueden parecer en la imagen de alguien ajeno al mundo de la construcción o del trabajo manual elementos de una misma familia, aunque la realidad hable de unos matices determinantes si queremos escoger el más apropiado para nuestros intereses.
Por ejemplo, un atornillador de impacto TID 18 a batería tiene como cualidad principal el hecho de que se podría convertir en nuestro compañero de por vida. Atestiguado por quienes lo han incluido entre sus herramientas de cabecera, puede considerarse ese centrocampista todoterreno que parece incombustible con los años: su robusto mecanismo de impacto lo convierte en prácticamente indestructible. Por ende, podría decirse también que la interacción perfecta entre el motor EC TEC sin escobillas, considerado éste de última generación, así como la batería Li-HighPower Compact de 4,0 Ah son capaces de sacar de él la máxima potencia y duración por igual. Entre las cualidades que lo hacen diferente al resto de taladros y atornilladores puede decirse que es útil para aquellos con menos fuerza: permite un enrosque sin apenas esfuerzo, gracias al mecanismo percutor tangencial: La percusión se produce en el sentido del giro.
Por otra parte, el atornillador TID 18 con alojamiento de herramienta de un cuarto de pulgada solamente gira en el tobillo, y no en nuestra muñeca, por lo cual es posible gracias al mecanismo percutor tangencial sin agotador par de retroceso. Con este tipo de taladro se trata de hacernos la vida más fácil, incluso desde el mismísimo diseño de la pieza: con menos de un kilogramo de peso permitirá que nuestras tareas duren muchos más minutos y no aparezca la fatiga. Uno de los grandes reclamos para los profesionales en el atornillador de impacto TID 18 pasa por su motor EC-TEC sin escobillas de última generación.
El robusto mecanismo de impacto que incorpora, que permite una disponibilidad ilimitada y una gran durabilidad, provocan que tengamos que pensar en recambios con mucha menos frecuencia en otros competidores. El diseño compacto es sinónimo de más tarea, pero también de seguridad, gracias a Festool Service: se incluye una garantía de tres años para la herramienta y las baterías, así como tres velocidades y el siempre útil modo T: protección contra la rotura de la cabeza del tornillo, contra el giro constante del mismo y la selección del número de revoluciones adecuado en cada caso, además de la exactitud en el atornillado o la prevención de daños en la pieza.
En definitiva, al igual que en cualquier otro producto comercial, se trata de que nos hagan la vida más cómoda, segura y de ahorrar tiempo y costes.