no recuerdo haber visto tantos artículos, publicaciones, encuentros, debates, talleres, coaching inspiracional y cursos de especialización sobre estos temas, que en su mayoría sólo brindan a los participantes/lectores un fugaz momento místico-gaseoso. Aparentemente, a pesar de tanta información y actividad en torno a los temas anteriores, los problemas no se resuelven. ¿Por qué?
Probablemente será necesario ir al meollo de cada una de las cuestiones. ¡Duele, seguro! Sin embargo, no podemos tratar algo que consideramos malo sin ir a la raíz del problema. Al realizar este ejercicio sin demagogia ni falsas esperanzas, con la profundidad, la verdad y la seriedad que le corresponden, tal vez surjan algunas revelaciones completamente inesperadas. ¿Estás listo para la revelación del verdadero origen?
Lo más probable es que la novedad sorprenda a todos cuando identifiquen y reconozcan el origen del o los problemas. Posiblemente la solución para resolver el(los) problema(s) estará en ambos lados. ¿Entonces? ¿Quién debería ser el primer partido en cambiar? ¡Yo! …urge ser el actor principal de este cambio.