FAC-USO. Despedidos tres trabajadores de la empresa que gestiona el polideportivo del Castrillón

por Redacción A Coruña

La Federación de Atención a la Ciudadanía de la UNIÓN SINDICAL OBRERA en Galicia (FAC-USO Galicia) denuncia el despido de tres trabajadores por parte de la empresa que gestiona el Centro Deportivo del Castrillón.

Llevamos meses haciendo públicas numerosas irregularidades, comunicadas previamente, al Director General de EMVSA (Empresa Municipal de Vivienda Servicios y Actividades, S.A.), y posteriormente al Ayuntamiento de A Coruña, sin que hayan hecho absolutamente nada.

El 31 de octubre la empresa VIRAXES, S.L., cuyo gerente es el carballés Andrés Eirís Barca, tramitó la baja en la seguridad social de 3 trabajadores, 4 en todo ese mes, despidiendo al 25% del personal, cuando debería haberse tramitado un expediente de regulación de empleo (ERE).

De los 4 trabajadores despedidos en octubre, 3 son socorristas, a los que, en el Castrillón, se les obliga a impartir cursos de natación, aunque no dispongan de titulación exigida, a realizar funciones de mantenimiento de la instalación, a manipular productos químicos, sin cobrar el plus de toxicidad, o, lo que resulta más grave, a dar cursos y hacer de socorristas al mismo tiempo.

El Gobierno de Inés Rey es cómplice de estas irregularidades que están sufriendo los trabajadores y las trabajadoras del CD Castrillón, porque, después de varias denuncias, sigue sin licitar el nuevo contrato, cuando el actual, gestionado por EMVSA, está caducado desde junio, y, tampoco nos consta la imposición de penalidades a VIRAXES por incumplimientos reiterados.

Por otra parte, cinco meses después de las elecciones municipales y más de cuatro de la constitución de la nueva corporación, sigue sin renovarse el Consejo de Administración de EMVSA, para abordar las irregularidades que llevamos meses denunciando.

Desde FAC-USO instamos a Inés Rey a que tome medidas, antes de que se siga produciendo a la renovación de la totalidad del cuadro de personal del CD Castrillón, que no podrá ser subrogado en el nuevo contrato de servicios que, nos consta, lleva varios meses parado, encima de la mesa, para ser licitado.

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