Los nuevos hábitos han convertido los vapeadores y su diversidad en toda una riqueza para los usuarios, que encuentran un abanico amplio de posibilidades
Entre las cuestiones que los nuevos hábitos o usos que el siglo XXI ha agregado a nuestras expresiones diarias, así como a las costumbres, está una forma diferente de relacionar la forma de inspirar y expirar, así como la degustación de sabores de todo tipo a través del llamado cigarrillo electrónico. Es éste en sí, el modo 2.0 del cigarrillo de toda la vida, una de las grandes revoluciones tecnológicas, digitales y electrónicas de nuestro tiempo. Sin embargo, aquella modalidad o particularidad que mejor se adapte a nuestras necesidades, particularidades y hábitos está intrínsecamente relacionada con la satisfacción plena a la hora de consumir el producto. Es por ello que se antoja necesaria e incluso fundamental no solamente la navegación por el catálogo de opciones, sino también el asesoramiento con especialistas que puedan guiarnos y dirigirnos hacia la alternativa perfecta.
Se denominan las alternativas o modalidades como mods de vapeo. Es decir, en función de lo que podríamos calificar de hardware la manera en la que realizamos el hábito de vapear. En este sentido podríamos diferenciar cuatro grandes grupos, con una amplísima subdivisión de opciones y particularidades en cada uno de ellos. A grandes rasgos puede hablarse de electrónicos, mecánicos, BF y AIO.
Son los dos primeros grupos los más fácilmente identificables por su nomenclatura. Así, el primer error que surge entre los más paganos al hábito del vapeo podrían considerar que todos los MODs de vapeo son electrónicos. Nada más lejos de la realidad. El primero cuenta con un microchip y botones para su configuración, además de un contenedor para la batería. Entre sus principales características está el hecho de ser muy personalizable y la opción de carga vía USB.
Por el contrario, los MODs mecánicos son simples contenedores de batería, sin ningún tipo de componente electrónico. Son más pequeños y, en general, puede establecerse que los usuarios más avanzados y habituados se decantan por este tipo de tecnología. Son, además, más duraderos y sencillos de reparar, con una amplia diversidad de diseños y prestaciones.
Por su parte, el MOF Bottom Feeder o MOD BF se trata de un sistema de dos componentes: un atomizador de dripeo y una botella con líquido para vapear. Entre las ventajas que ofrece está el hecho de que es muy fácil de llenar, no depende de tanques, basta con perforarle el pin a nuestro atomizador, de los cuales cualquiera prácticamente es válido, y no hay riesgo de fugas.
Respecto al Mod AIO puede decirse que ofrece la posibilidad de vapear como un profesional: se define como todo en uno: tienen un tanque, atomizador, batería, todo integrado en una sola unidad.