De nada sirve un buen estilista si no comenzamos por hacer caso a los consejos profesionales en aspectos relacionados con la prevención y el tratado de nuestro pelo
Es la comunión entre nuestro cuerpo y la satisfacción con el mismo una de las claves para los que la mayoría de los especialistas en salud mental apuntan como fundamentales para el equilibrio de cada uno de nosotros. No se trata de transmitir o de estar contentos con la apariencia, sino también ser capaces de evocar en los demás el mensaje que la comunicación no verbal siempre subraya sobre cada uno de nosotros. Y en buena medida uno de los elementos más poderosos a la hora de transmitir o expresarnos sin palabras es sin duda nuestro caballo o nuestro peinado.
No obstante, es un error de raíz, nunca mejor dicho, creer que con un simple estilista o profesional en el corte vamos a ser capaces de hacer con nuestro pelo lo que nos venga en gana. Nada más lejos de la realidad. El pelo es como un campo que hay que arar con los cuidados pertinentes, y todo lo que sea maltratarlo dejará un terreno poco fructífero para experimentos o juegos una vez puestos en las manos de especialistas. Por lo tanto, el cuidado apropiado de nuestro cabello es el punto de partida y la condición sine qua non hacia esa armonía en todo nuestro aspecto exterior que nos haga ser totalmente felices con nosotros mismos.
Buscar peluquerías en Guadix es prácticamente un paso clave y es necesario tener claro en cuáles de las alternativas la experiencia avala eso de ‘dejarnos en manos de’. El profesional del cabello es una figura que va mucho más allá de dar forma, y también es aquella que directamente se preocupará por una armonía entre lo que tenemos en nuestra cabeza como potencialidad y lo que se ajusta al conjunto de la cara. Además, también la experiencia en trabajos previos en el ámbito de bodas, bautizos o comuniones también es una forma de ahorrarnos un mal trago y una situación irreversible.
Por otra parte, hace tiempo que las peluquerías hacen honor solamente al nombre en el sentido estricto de la palabra y se han especializado en aspectos que tradicionalmente dejábamos crecer de forma ‘asilvestrada’, como es el caso de la barba, el bigote o incluso las cejas. Es todo aquello que pase por unas manos con pedigrí una garantía de sacar lo mejor de nosotros mismos y encontrar el look que mejor se adapte a nuestra realidad.