Un Plan que contemplaría indemnizar económicamente a quienes sufrieron abusos por parte de miembros de la Iglesia, pero también se valorará “caso por caso” para llevarlo a cabo en casos que no tengan una sentencia que obligue a esa indemnización.
Así lo destacó este viernes el portavoz y secretario general de la CEE, César García Magán, en la rueda de prensa que presidió en Madrid para hacer balance de los trabajos de la Asamblea Plenaria que ha congregado a los prelados españoles esta semana.
Según detalló, se ha aprobado “un íter de trabajo, presentado por el servicio de coordinación de oficinas de protección a menores” de Episcopado que se centra en tres líneas: la atención a las víctimas, la prevención y la reparación integral. Esta última, abordaría “todas las perspectivas”, dijo en referencia a la psicológica, la social y la económica”. El plan se desarrollará “lo antes posible” y por parte de “los órganos competentes de la CEE”.
Respeto a la participación en un fondo estatal de reparación a víctimas como propone el informe del Defensor del Pueblo, García Magán remarcó que “la Iglesia va a reparar siempre”. “La Iglesia se hace cargo de indemnizaciones, en primer lugar, si media una sentencia judicial, y si no también lo vamos a hacer, si ha fallecido el victimario o hay una prescripción civil. Si se crea un fondo para reparar a todas las víctimas participaremos, si no lo gestaremos nosotros”, subrayó.
Esa reparación económica, explicó, responde a la “obligación moral” que tiene la Iglesia con las víctimas, pero precisó que en los casos con sentencia “lo tienen que pagar los victimarios, que son los que han hecho el delito o las instituciones implicadas”.
CREMADES
El prelado, que se refirió a que los obispos esperan el cumplimiento del encargo de la CEE al bufete Cremades & Calvo Sotelo y que presente a mediados de diciembre los resultados de la investigación sobre abusos que le encargaron, insistió en que se impulsará el trabajo de las oficinas diocesanas y de congregaciones para atención a víctimas.
“No nos interesan números, ni encuestas, ni extrapolaciones. Nos interesan las víctimas que tienen su historia y su rostro”, remarcó en referencia de un caso falso que se ha incorporado en las estadísticas de la CEE, del Defensor del Pueblo y de la investigación que hace El País.
En este punto pidió “respeto a las víctimas” y que “cualquier informe se realice con el mayor cuidado y vigor”. “Las víctimas merecen todo el respeto. Son un terreno sagrado y por tanto las cifras, encuestas, extrapolaciones y toda la sociedad, toda, tiene que respetarlas”, reclamó.
Respecto al informe de Cremades, el portavoz de la CEE señaló que el pasado 17 de noviembre el bufete les envió por correo electrónico “un borrador sujeto a cambio” de 800 páginas y que “no se corresponde con el índice inicialmente aprobado”, más tres anexos (un cuadro de denuncias provisional, tablas de prevención de las diócesis y las congregaciones). “Su compromiso es con el cliente”, prosiguió, por lo que el informe “es propiedad de quien encarga”.
Además de ese plan de trabajo, la Plenaria ha aprobado “por unanimidad” un mensaje sobre los abusos “centrado en las víctimas” y con “una petición explícita, clara y directa” y el anuncio del citado “plan de reparación integral a las víctimas”. Asimismo, recoge el deseo de “acompañar y ayudar” y de transmitir “una palabra de esperanza y de consuelo al resto del pueblo de Dios”, pues “esos delitos también tienen una repercusión en la Iglesia”. Dicho mensaje tiene una extensión de cuatro páginas.
(SERVIMEDIA)