El Monbus Obradoiro consiguió ganar por primera vez al Lenovo Tenerife en su pista. Sobrevivió a la lluvia de triples de su oponente en la primera mitad, tuvo paciencia y con un gran trabajo colectivo se quedó con el triunfo por 87-92.
El arranque del encuentro estuvo condicionado por la diferencia de puntería en el lanzamiento exterior. Mientras que el cuadro preparado por Moncho Fernández no fue capaz de capitalizar sus primeros intentos, a pesar de encontrar buenas situaciones de tiro, su rival metió seis de siete triples, algo que se prolongó en el segundo cuarto.
Para ese entonces, Monbus Obradoiro había conseguido volverse más sólido en la retaguardia, pero el acierto demostrado por su oponente en el perímetro generó espacios y le llevó al descanso once puntos por detrás en el marcador (55-44).
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Pero el conjunto compostelano tiene carácter y lo volvió a demostrar una vez más. La raza y el ADN Obra le permitieron endurecer, aún más, su defensa y, aunque careció del acierto exterior necesario, comenzó a recortar diferencias hasta ponerse por delante con dos tiros libres de Álex Suárez (60-61, min. 27), y cambiarle la cara al partido.
Un par de desajustes permitió a Lenovo Tenerife volver a coger la delantera en el arranque del período definitivo, pero, tras un tiempo muerto pedido por Moncho Fernández, el encuentro cambió de rumbo. Un parcial de 0-10 volvió a poner al Monbus Obradoiro por delante con 3:23 para el final. A partir de entonces, supo aprovechar cada ataque y cerrar el rebote para ganar, por fin, en el Santiago Martín.
FICHA TÉCNICA:
Lenovo Tenerife: Huertas (20), Salin (14), Cook (6), Doornekamp (3) y Shermadini (11) -quinteto inicial-; Vicedo, Fernández (13), Fitipaldo (6), Ristic (8), Sastre y Abromaitis (6).
Monbus Obradoiro: Zurbriggen (7), Badzim, Scrubb (26), Tinkle (8) y Pustovyi (16) -quinteto inicial-; Howard (12), Blazevic (4), Guerrero (9), Muñoz, Kovliar (5) y Suárez (5).
Árbitros: Conde, González y Ríos.
Santiago Martín.