Las agencias humanitarias de la ONU se quedan sin palabras para describir la muerte, entre ellas las de niños y recién nacidos, la destrucción y el sufrimiento de cientos de miles de personas ante la reanudación de los incesantes e indiscriminados bombardeos israelíes
Continúan los bombardeos israelíes en el sur de la Franja de Gaza, que están provocando centenares de muertos y el desplazamiento masivo de personas que se ven obligadas a huir.
Mientras que el personal humanitario de la ONU declaró que los equipos de ayuda tienen un acceso «extremadamente limitado» y que el acceso al norte estaba «ahora totalmente bloqueado».
La última actualización de la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU de la ONU (OCHA) confirmó el aumento de víctimas y la devastación en medio de un «intenso bombardeo israelí por tierra, mar y aire».
«Desde la tarde del (sábado) 2 de diciembre hasta la tarde del (domingo) 3 de diciembre, al menos 316 personas murieron y al menos otras 664 resultaron heridas en Gaza», según el informe de situación de OCHA, añadiendo que un soldado israelí había muerto en el enclave durante el fin de semana y otro había sucumbido a las heridas sufridas anteriormente.
La reanudación del derramamiento de sangre se produjo tras el fin de un alto el fuego entre Hamás e Israel el pasado viernes, 1 de diciembre, que había permitido la liberación de decenas de los aproximadamente 240 rehenes tomados en el sur de Israel durante un ataque del grupo palestino que se cobró unas 1200 vidas, según las autoridades israelíes, y de prisioneros palestinos retenidos en Israel.
Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que desde el 7 de octubre han muerto más de 15.000 personas.
Ningún lugar es seguro
Haciéndose eco de la preocupación de las organizaciones humanitarias por los civiles atrapados en la violencia, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNWRA) declaró que en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja, la población se estaba viendo obligada a huir ante el telón de fondo de los ataques aéreos.
«La gente suplica consejo sobre dónde encontrar seguridad«, uno de los responsables de la UNRWA, Thomas White, que añadió: «Y no tenemos nada que decirles».
Alrededor de 1,8 millones de gazatíes viven ahora en el sur de Gaza tras la orden de las Fuerzas de Defensa israelíes a los residentes de abandonar el norte de la Franja a mediados de octubre.
Como novedad, la OCHA informó de que el Ejército israelí había «designado el domingo una zona que abarca aproximadamente el 20% de la ciudad de Jan Yunis para su evacuación inmediata«, y que esta zona había sido «marcada en un mapa en línea publicada en los medios sociales».
Antes del inicio de las hostilidades, en esta zona vivían cerca de 117.000 personas, según la mencionada Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria, que señaló que albergaba 21 refugios con unos 50.000 desplazados internos, la gran mayoría desplazados previamente del norte.
La ayuda crítica sigue llegando
Mientras tanto, OCHA informó de que algunos suministros humanitarios vitales seguían llegando a Gaza a última hora de la tarde del domingo desde Egipto, aunque su número exacto y su contenido no estaban claros. Diez miembros del personal humanitario también entraron por el paso fronterizo de Rafah, que también fue testigo de la evacuación de 566 extranjeros y ciudadanos con doble nacionalidad, 13 heridos y 11 acompañantes.
Reunión del Consejo de Seguridad
En una señal de alarma internacional generalizada por la continua violencia en Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto celebrar el lunes consultas a puerta cerrada sobre la cuestión.
La reunión, en la que estaba previsto que participara la Secretaria General Adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, fue solicitada por los Emiratos Árabes Unidos (EAU), que expresaron su «profunda preocupación por la reanudación de las hostilidades y la persistencia de la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza».
Asesinato de niños
Mientras tanto, en una publicación en las redes sociales que mostraba un panorama de mampostería destrozada, trabajadores de rescate y jóvenes angustiados en el sur de Gaza el sábado, el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), James Elder, denunció «la interminable matanza de niños» tras una noche de «bombardeos totalmente implacables».
Hablando desde el interior de un refugio, el funcionario de la ONU dirigió la cámara de su teléfono móvil hacia Khaled y Hannah, dos bebés que dormían uno al lado del otro. «Por favor, conócelos, míralos, reza para que estén vivos dentro de unos días», dijo. «Siento que se me acaban las formas de describir la interminable matanza de niños aquí».
© UNRWA/Ashraf Amra Desplazados caminan desde el norte de Gaza hacia el sur, mientras las ambulancias se dirigen en la otra dirección
El Ejército israelí conoce el derecho que debe aplicarse
Por su parte, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) terminó este domingo una visita a Israel y Cisjordania diciendo que la investigación sobre posibles crímenes cometidos por Hamás y las fuerzas israelíes “es una prioridad” para su oficina.
Karim Khan aseguró que “los conflictos en zonas densamente pobladas en las que los combatientes están presuntamente incrustados de forma ilegal entre la población civil son intrínsecamente complejos, pero aun así debe aplicarse el derecho internacional humanitario y el Ejército israelí conoce el derecho que debe aplicarse”.
“En Gaza, no es aceptable, no se justifica, que los médicos realicen cirugías sin luz, que los niños sean operados sin anestesia”, indicó. “Imagina el dolor de las operaciones para los niños, para cualquiera, para cualquiera de nosotros, sin anestesia. También enfaticé que Hamás no debe desviar ninguna ayuda entregada”.
Khan dijo también que los ataques contra civiles israelíes inocentes del 7 de octubre representan algunos de los crímenes internacionales más graves que conmocionan la conciencia de la humanidad, crímenes para los que se creó la CPI.
Foto portada: UNICEF/Zaquot