El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, llamó este lunes al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a “reflexionar” sobre “qué aliados tiene” ya que “ha abierto las puertas” de los gobiernos autonómicos y locales al “partido del odio”.
Así respondió cuando se le preguntó por las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, al diario argentino ‘Clarín’ en las que afirmó que «habrá un momento que el pueblo querrá colgar de los pies a Sánchez».
Sánchez aprovechó la presentación de su libro ‘Tierra firme’ para reflexionar sobre las palabras de Abascal, que dijo que son de una “extraordinaria gravedad” porque “no lo dice por que sí, no es un lapsus” sino para “trasladar ese mensaje porque quiere que hoy estemos hablando de eso”.
El líder del PSOE sostuvo que “ese tipo de mensajes son inéditos en la historia de nuestro país” e intentan que el país sea «monopolizado» por «el discurso del odio”.
Sánchez, que estuvo acompañado en el acto por hasta 14 ministros, entre ellos la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y numerosos dirigentes socialistas y cargos públicos -que en su mayoría confesaron no haberse leído el libro-, defendió que en España el ambiente es «prenavideño» y «no hay ese odio» que intenta, a su juicio, imponer Vox, al que situó como un «invitado especial» de la política española. No obstante, apuntó que «ese señor iba a ser vicepresidente del Gobierno de España».
Sánchez también aludió a los medios de comunicación, igual que hace en su libro, por la «polarización» que entiende que hay y las varas de medir entre «insultadores e insultados» y «asediadores y asediados».
El presidente, que mantuvo principalmente un tono distendido en la charla con el presentador Jorge Javier Vázquez y la periodista Ángeles Caballero, llegó incluso a bromear sobre el “mediador”, sacando esta figura -sin que nadie le preguntara- cuando habló del lugar en el que se graba un programa de supervivencia y ofreciese El Salvador, país de origen del mediador elegido entre PSOE y Junts. Entre los presentes no estaba el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
Con ese mismo tono de bromas, Sánchez reconoció que el debate en televisión con Feijóo en la pasada campaña electoral no había cumplido sus expectativas porque esa noche los mensajes de sus compañeros de partido «no fueron tantos» y el tono era de «ánimos». También reconoció como un valor del líder de la oposición que es «resistente», y esta vez no cuestionó el tiempo que estará al frente del PP.
No obstante, Sánchez sí atacó al PP por tener al frente a una personas con una «amistad profunda con un narcotraficante». «Algo que me inquieta», ahondó, tras citar a Marcial Dorado al recordar la pasada campaña electoral.
Sin embargo, Sánchez adoptó el tono «pedagógico» que está empleando últimamente para explicar la ley de amnistía, que se mostró seguro que será aprobada por las Cortes, y dejando claro que no la comparaba con la de 1977 sí aludió al momento de la Transición. Porque, agregó, supone defender «todo lo que tiene que ver con la resolución de conflictos políticos y poner la energía en debates» productivos.
Así las cosas abordó las «virtudes» de la amnistía porque, dijo, «no es poner la memoria a cero» sino extraer las «lecciones» y «asumirlas todos». Por ello criticó que «siempre» que el PP está en la oposición vuelven «de manera recurrente» los asuntos territoriales y de Cataluña como arma política y «al final se alimentan los extremos».
Aunque denunció que el objetivo de Abascal con sus ataques desde Argentina era que se hablase de Vox, el propio Sánchez citó en varios momentos a esta formación que «nace por impotencia, frustración de la derecha por llevar al ámbito de la contienda política todo el contencioso catalán». «Deberían ellos reflexionar» pero «me temo que no será así», dijo Sánchez al Partido Popular.
Por último, el presidente aludió a las palabras de Feijóo calificando de «paripé» la comisión de trabajo conjunta que le propuso y aseguro que no va a cejar en el intento porque se trata de abordar tres asuntos de Estado: reformar artículo 49 de la Constitución, renovación del CGPJ y actualización del sistema de financiación autonómica.
Para Sánchez, el desdén del líder del PP a su propuesta, que próximamente le trasladará en una conversación por teléfono para citarle a una reunión, le sonó «mucho» al trato que brindaba Mariano Rajoy al entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.
El jefe del Ejecutivo y líder del PSOE no desveló con claridad si aspiraría a un nuevo mandato y se escudó en que no mira los proyectos «tanto en términos de años» como de «las ganas, las ideas», y el suyo es un «proyecto político para largo. Eso es a lo que aspiro y es importante consolidar las aspiraciones», dijo Sánchez tras vaticinar que habrá también un tercer ejemplar.
Durante la presentación del libro, Sánchez agradeció a la exdiputada socialista Irene Lozano su ayuda por “haber producido” el libro, fruto de “largas horas de conversación”, grabaciones, escritos para este libro que “puede atraer la atención y arrojar luces sobre algunas cuestiones”.
(SERVIMEDIA)