Su autor, presidente de la Asociación de Estudios Históricos de Galicia, buceó en la historia que ocultaban las ruinas del monasterio del lugar que le vió nacer
Los vecinos de Bribes, en Cambre, tendrán este domingo una cita muy especial para conocer en profundidad la historia de un espacio protagonista indiscutible de esta pequeña parroquia, el Monasterio de San Cibrao. Y lo harán, además, de la mano de uno de los suyos, el historiador Javier García Gómez, natural del lugar, y presidente de la Asociación de Estudios Históricos de Galicia, quien presenta su libro «El monasterio de San Cibrao de Bribes».
Esta cita con esa historia emocionalmente tan cercana tendrá lugar pasado mañana, domingo 17 de diciembre, a las 12 de la mañana, en el local social de Riveiriña, en Bribes (Cambre), un acto en el que colabora la Asociación de Vecinos O Cruceiro de Bribes y patrocina Casa Becerra.
Como dice la doctora en Historia y directora del Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses, Ana Romero Masiá, en el prólogo de la edición, «aunque poco queda de las viejas estructuras monacales con las que poder escribir la historia y las circunstancias del priorato de San Cibrao sí permanecen en los archivos los documentos con los que poder recuperarla». El elemento diferenciador de la investigación llevada a cabo por Javier García es que en lugar de limitarse a relatar la evolución y avatares del monasterio «contextualiza su vida en el marco histórico, social, económico y cultural de la época». El trabajo fue arduo por la escasez y la dispersión de la documentación con la que cimentar la publicación . Pese a ello, la publicación logra dibujar la vida de este monasterio desde 1154, en que aparece la primera referencia documental en la que figura el nombre de Bribes y 1182 en que se fecha el primer documento específico del monasterio, hasta el siglo XIX y las sucesivas desamortizaciones y subasta de bienes y liquidación final del mismo.
Litigios con los vecinos por las alta cargas impositivas
Dado que Bribes gozaba de jurisdicción independiente, a lo largo de la publicación el autor analiza y valora las actuaciones de merinos y alguaciles, los litigios y contenciosos en que se vio implicado el monasterio, las numerosas cargas impositivas a favor del priorato que enfrentaron a los vecinos y a la orden que regía en el monasterio durante el siglo XVIII y también cuando en esa centuria se construyeron las nuevas dependencias, incluída la casa prioral, mejorándose también en esa época la imaginería religiosa de la iglesia. También aborda la importancia de los molinos y la conflictividad social en esa época.
Con la lectura de «El monasterio de San Cibrao de Bribes» no queda duda alguna de la labor investigadora exhaustiva del autor, quien para su realización echó mano de muchas de las ciencias auxiliares de la Historia: la archivística, la paleogafía, epigrafía, sociología, economía, etnografía, geografía, toponimia, heráldica, arquitectura, legislación medieval…