Los niños son las víctimas invisibles de este fenómeno cada vez más extendido
En Europa, según los últimos datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), una de cada tres víctimas de trata es menor de edad. En España, entre 2017 y 2021 , 5.858 personas, entre ellas 100 niños y niñas, fueron víctimas de trata de seres humanos. Nuestro país ha sido tradicionalmente lugar de tránsito y destino para las víctimas de trata de seres humanos, que ha derivado en que se ha convertido en una de las actividades criminales más rentables, especialmente por sus vinculaciones con la explotación sexual. Las cifras así lo avalan, del total de víctimas de trata de personas, un 61% lo eran con esta finalidad.
Un consorcio de siete organizaciones liderado por Save the Children pone en marcha en España, Francia e Italia el proyecto «Identificación precoz y protección de las víctimas de trata en zonas fronterizas» (E.V.A., por sus siglas en inglés). El objetivo es garantizar que los chicos y chicas de terceros países menores de 18 años y las mujeres jóvenes de hasta 30 años, con o sin hijos, y que son o han sido supervivientes de la trata y corren el riesgo de volver a serlo, sean liberados de la explotación.
La trata de seres humanos presenta características similares en todo el mundo: reclutados en sus países de origen con la promesa de mejores condiciones de vida en la Unión Europea, los inmigrantes suelen convertirse en víctimas de diversas formas de trata tanto en tránsito como en los países de destino. El proyecto reúne a 6 organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la lucha contra la trata en Italia, España y Francia, además de la Numero Verde Antitratta. Save the Children España y Save the Children Italia junto con la Numero Verde Antitratta contra la Trata de la Región del Véneto y el Consorzio Agorà en Italia, y la Association Réflexion Action Prévention-communautaire, France Terre d’Asile y la organización contra la trata Mission d’Intervention et de Sensibilisation contre la Traite des êtres humains- MIST en Francia.
El proyecto pretende proporcionar acceso a un refugio seguro, un lugar donde las supervivientes de la trata (y sus hijos, si fuera el caso) estén libres de la coacción y el control de las redes de trata, y puedan acceder a información sobre programas de protección, además de posibles derivaciones a servicios locales.
«Niños y niñas de corta edad llegan a territorio español acompañados por adultos que dicen ser sus padres, sin embargo, los esfuerzos que se realizan no son suficientes para comprobar el parentesco. La situación es especialmente delicada en aquellas zonas de paso como es Irún (País Vasco). Cada vez que llegue a España un niño en situación irregular, debe valorarse la situación de riesgo, investigarse adecuadamente y adoptarse medidas de protección eficaces», dice Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi.
Entre 2023 y 2024, se desarrollarán estrategias nacionales y transnacionales eficaces y sostenibles para la identificación precoz y el acceso a la protección de niños y mujeres no solo en los pasos fronterizos entre Italia y Francia, y entre España y Francia, sino también en los centros de acogida situados en París y cerca de la frontera francesa con Italia y España (París Île-de-France, Occitanie, Provence-Alpes-Côte d’Azur).
El proyecto E.V.A. se lleva a cabo en una zona fronteriza especialmente expuesta a los riesgos de trata y explotación de seres humanos. «La mayoría de las víctimas de la trata lo son con fines de explotación sexual, pero cada vez se detectan más otras formas de trata, como los trabajos forsosos, la trata de niños para el combate armado, la comisión de delitos o la mendicidad forzada. En el ámbito de la trata con fines sexuales, y paralelamente a lo que ocurre en todo el mundo, las mujeres y las niñas sufren desproporcionadamente este fin; el 93% de todas las víctimas fueron mujeres en España el año pasado», explica Arranz.
Situación en Italia
Italia es un país de primera llegada, pero es considerado por la mayoría de los migrantes como un país de tránsito. Una de las rutas utilizadas para salir del país es el eje Liguria-Provenza. Por lo general, los migrantes cruzan por la ciudad fronteriza de Ventimiglia y se detienen muy brevemente en las ciudades provenzales antes de continuar hacia París, otras ciudades francesas o España. En esta zona, las víctimas potenciales de la trata, destinadas a diversas formas de explotación, incluida la sexual y laboral, se encuentran a menudo bajo el control de los traficantes.
A finales de 2021, el equipo de Save the Children Italia llevó a cabo una evaluación de los riesgos de trata entre los menores y las mujeres con niños que cruzan la frontera de Italia a Francia. La evaluación reveló un movimiento de niñas y mujeres jóvenes marfileñas que viajaban solas o con niños y que podrían ser víctimas de la trata o estar en riesgo de serlo. Además, se observaron varias niñas y mujeres jóvenes nigerianas que viajaban con niños y que eran sospechosas de ser víctimas de trata.
Situación en España
España es un país de primera llegada, pero es considerado por la mayoría de los migrantes como un país de tránsito. Una de las rutas utilizadas para salir del país es la frontera entre Irún y Bayona. Por lo general, los migrantes cruzan por la ciudad fronteriza de Irún y se detienen muy brevemente en ella antes de continuar hacia París, otras ciudades francesas u otros países.
Aunque ha recibido menos atención que la frontera italo-francesa, la frontera entre España y Francia también ha sido objeto de un aumento del tráfico y la trata de migrantes, que afecta principalmente a migrantes nigerianos, marfileños y guineanos que entran inicialmente en Europa por la frontera sur de España. Save the Children España ha recabado pruebas sólidas sobre sobre potenciales supervivientes de trata entre los niños, niñas, adolescentes y sus familias que transitan por España.
La mayoría de los perfiles identificados como vulnerables o que presentan signos de explotación y abuso en la primera acogida y espacios seguros en la Frontera Sur de Europa en España (Andalucía y Canarias para las llegadas por mar, Melilla para las llegadas por tierra) suelen arriesgar más sus vidas con viajes de riesgo para llegar a otros países, más comúnmente Francia. El desarrollo de intervenciones seguras de identificación y protección en el norte podría ayudar a complementar las actividades actuales, garantizando intervenciones más completas y una identificación más eficaz de las situaciones de trata.
Situación en Francia
Situada entre Italia y España, Francia actúa a la vez como país de destino y de tránsito para muchos migrantes objeto de trata que viajan desde Italia o España. Como se subraya en el último informe del GRETA sobre Francia (2022), la mayoría de las víctimas de la trata, en su mayoría inmigrantes irregulares, «no denuncian los actos de trata a las autoridades competentes, principalmente porque temen represalias por parte de los traficantes o ser expulsadas de Francia». Este informe europeo subraya que los esfuerzos contra la trata en Francia siguen siendo en gran medida insuficientes y que existe una necesidad acuciante de mejorar la identificación, la protección y el apoyo a los supervivientes de la trata. Francia es uno de los últimos países europeos que carece de un mecanismo nacional de identificación y derivación de víctimas, lo que provoca dificultades para identificarlas y garantizar su protección efectiva. Una de las consecuencias es la ausencia de cifras claras sobre la prevalencia de la trata en Francia. El ministerio que se ocupa de estas cuestiones solo recoge datos de las organizaciones especializadas para tener una idea – infravalorada – de la prevalencia de víctimas de trata en el país.
Las mismas organizaciones esperan un mecanismo nacional, como en España o Italia, que les sirva para proteger a las víctimas de trata. Hoy en día, la protección sólo puede obtenerse presentando una denuncia formal ante las autoridades, lo que supone un obstáculo para la mayoría de las víctimas. (Además, las autoridades carecen de formación sobre la identificación de las víctimas de trata y a veces se niegan a presentar la denuncia).
Algunas víctimas piden asilo en Francia, sobre todo mujeres víctimas de explotación sexual por parte de traficantes nigerianos. Tras romper con la red, se les puede conceder el estatuto de refugiado, pero el Tribunal Nacional de Asilo en Francia es cada vez más reacio a reconocer este estatuto a las supervivientes. El proceso de asilo está cada vez más instrumentalizado por los traficantes, obligando a las víctimas a pedir asilo, ya que pueden beneficiarse de un permiso de residencia temporal y de una asignación mensual, pero también de un refugio en los centros de acogida para solicitantes de asilo. Así, y siguiendo la recomendación del GRETA, el proyecto E.V.A. pretende formar al personal de esos centros de acogida para la identificación precoz de las víctimas.
En vísperas de los Juegos Olímpicos de París 2024, las autoridades francesas parecen perseguir más seguridad. Sin embargo, en esta búsqueda de seguridad, las organizaciones sobre el terreno están notando cada vez más presencia policial y controles de mujeres en zonas de prostitución. Es importante recordar que las mujeres explotadas sexualmente son víctimas de la trata y deben ser consideradas víctimas, no delincuentes. Los esfuerzos deben dirigirse hacia las redes criminales de traficantes.