Ricky Rubio Vives (Masnou, Barcelona, 21 de octubre de 1990), el mejor base de la historia del basket español, con casi tres lustros jugando en cuatro equipos de la NBA y con siete medallas con la selección española; además de una Euroliga con el Barça; entre otros muchos logros.
Este hombre ejemplifica el caso cada vez más frecuente de la depresión en el deporte de élite.Ayer; tras estar de baja desde agosto por su problema psicológico anunció la rescisión de su contrato con Cleveland;obviando muchos millones de dólares garantizados hasta verano de 2025. Dejó en el aire su posible retorno a las canchas en Europa. Algo similar le sucedió en su momento a Abrines, jugador del Barcelona y a otros deportistas como la gimnasta Bayles, el baloncestista Rose o incluso provocaron muertes tras la retirada del deporte como los de los ciclistas MARCO PANTANI o Chava Jiménez.
Los especialistas argumentan algunos de los motivos que suelen estar tras estos reiteradas alteraciones psicológicas de jóvenes, famosos y millonarios astros deportivos.
Los deportistas a menudo se esfuerzan por alcanzar la perfección en su desempeño, lo que puede generar una presión abrumadora.
De otro lado están la crítica y las expectativas externas, ya que los deportistas son figuras públicas y están sujetos a la opinión constante de los demás, pueden influir en la autoestima; sobre todo en los jugadores más autoexigentes.
Las lesiones son otro factor desencadenante. El proceso de rehabilitación física puede ser agotador. La incapacidad de participar en el deporte conduce al bajón moral.
En el caso de Rubio se juntaron varios de estos elementos. En pocos años debió afrontar muy joven la muerte de su madre y abuela y tres gravísimas lesiones que le apartaron en total casi tres años de las pistas. Su autoexigencia constante es legendaria. Todo ese cocktail provocó seguramente qie el 31 de julio de 2013 en plena concentración con la selección española su mente dijera basta.
¿Volverá a jugar? Depende de su salud. Ofertas de los mejores clubes europeos no le van a faltar. El futuro de Rubio pasa por superar sus dificultades psicológicas y eso es algo que previsiblemente él mismo desconozca ahora mismo.