La Asociación Española de Vacunología lanza un decálogo que responde a diez preguntas frecuentes sobre el sarampión

por Redacción Nacional

La Asociación Española de Vacunología (AEV) ha lanzado un decálogo en el que responde a diez preguntas frecuentes sobre el sarampión y la vacuna que lo previene. Coincidiendo con el aumento de casos de sarampión que algunos países europeos están experimentando en las últimas semanas, la sociedad científica ha querido resolver algunas de las dudas sobre esta enfermedad a través de un documento divulgativo pensado para informar a la población general.

En dicho documento, elaborado por la Junta Directiva de la AEV, se recuerda que el sarampión es una enfermedad muy contagiosa que requiere niveles de inmunidad del 95% o más de la población para interrumpir su transmisión y eliminarlo de la comunidad. De hecho, se estima que cada caso de sarampión origina entre 12 y 18 nuevos casos.

Por ello, prevenir a través de la vacunación es fundamental para seguir avanzando en su control y eliminación. La vacuna que protege del sarampión es la llamada triple vírica, que también inmuniza frente a la rubeola y las paperas y está incluida en el calendario de vacunación infantil, y que se administra a los niños en dos dosis: una a los 12 meses y otra a los 3-4 años de edad.

Según los datos actualizados de SIVAMIN la cobertura de vacunación de la triple vírica en 2022 en España fue del 97,2% en la 1ª dosis y 93,9% en la 2ª dosis, aunque hay algunas comunidades autónomas por debajo de estos porcentajes. “Hay que aumentar las coberturas vacunales, pues se observa una reemergencia preocupante de la enfermedad en todo el mundo”, señalan desde la AEV.
En este sentido, insisten en la necesidad de administrar la vacuna triple vírica a los niños, y recomiendan la vacunación a todos aquellos adultos que no se vacunaran en la infancia y que no hayan pasado el sarampión. Por contra, quienes no estén vacunados pero hayan pasado el sarampión no tienen que volver a vacunarse.

Mayor letalidad en menores de cinco años y personas inmunodeprimidas

Entre las principales complicaciones que causa el sarampión se encuentran algunas como la otitis, la diarrea, la sinusitis o el neumotórax, y otras como convulsiones febriles, hepatitis, apendicitis, miocarditis y encefalitis aguda posinfecciosa. Además, se ha observado que la enfermedad produce una alteración del sistema inmune, habiéndose probado un aumento del número de enfermedades infecciosas en la persona que padece el sarampión durante los tres años siguientes.

En cuanto a la letalidad de esta enfermedad, oscila entre el 1% y el 15% en los países en desarrollo, y se debe principalmente a complicaciones respiratorias y neurológicas. La tasa de letalidad está aumentada en los menores de 5 años, en los adultos y en las personas inmunodeprimidas, incluyendo los niños con leucemia, las personas con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana y aquellas con malnutrición grave.

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