Asociaciones ecologistas de Doñana catalogan como “kafkiano” el reparto de fondos en el entorno natural

por Redacción Nacional

El colectivo ecologista femenino “Mujeres por Doñana” y la asociación “El Burrito Feliz” preparan acciones de cara a frenar lo que consideran una injusticia inasumible: premiar, con la mayor parte de los fondos, a ayuntamientos que han generado el problema de los cultivos de plástico y, con ello,  la alarma social por el agotamiento de los recursos hídricos, y en cambio castigar económicamente a las poblaciones, que durante años, han hecho prevalecer la sostenibilidad y la vida frente al enriquecimiento rápido de la agricultura intensiva

Franz Kafka fue un escritor centroeuropeo, sus estudios sobre el comportamiento humano y, especialmente sobre la “Filosofía del Absurdo”, constituyen para la Asociación “El Burrito Feliz” de Doñana una referencia para intentar comprender lo incompresible: En el reparto de fondos para combatir la alarmante degradación de Doñana se va a premiar- esa es la opinión de estos ecologistas- a pueblos que han apostado por la agricultura del plástico, los pesticidas agrícolas que esta tipología agrícola conlleva y el , inminente, problema social que ha generado la llegada masiva de inmigrantes atraídos por un sistema agrario intensivo, y que ahora se van a quedar en situación de  precariedad laboral.

Y, por otra parte- y aquí surge lo kafkiano según la Asociación- se va a penalizar a las poblaciones que durante años apostaron por proteger el entorno con una agricultura sostenible, aunque menos rentable, para que las futuras generaciones pudieran disfrutar de una Doñana con esperanza de futuro y gestionada bajo el concepto denominado “Economía Azul”.

Las asociaciones ecologistas solicitan la paralización-temporal-del reparto de fondos hasta que se articule un sistema, justo y lógico, del uso de los mismos

Un ejemplo que no hace sino desmoralizar a los consistorios y agricultores que han dedicado su esfuerzo hacia que prevalezca el medio ambiente y que, en cambio, enriquece a los que, con su cultura de lo rápido e insostenible, han posicionado a Doñana en un listado de espacios en peligro de desaparición.

Hinojos, que constituye “el corazón de Doñana” ha preservado su suelo agrícola libre de plásticos e invernaderos, igualmente Almonte no ha permitido que todo su espacio aprovechable haya sido absorbido por los mares de cultivos intensivos y ha preservado grandes superficies de la degradación.

Ambos consistorios decidieron renunciar-en lo posible- a este tipo de prácticas agrícolas que están demostrando tener fecha de caducidad y que han contribuido en el agotamiento de los recursos del entorno.

Para el colectivo femenino “Mujeres por Doñana” aún se está a tiempo de revertir esta injusticia inasumible. Estas mujeres están desarrollando una campaña informativa para intentar que las instituciones premien el trabajo y “honradez medioambiental” de Hinojos y Almonte, aportándoles los fondos que se merecen por su conducta respecto al desarrollo sostenible.

“Mujeres por Doñana” ha acuñado el término “Honradez Medioambiental” para referirse al comportamiento de Almonte e Hinojos

Para el colectivo femenino es preciso sentarse a estudiar detenidamente el origen del problema, el desarrollo de dicho problema y –finalmente- ser justos, premiando a los que han preservado Doñana y ayudando, en lo posible, a los que han permitido el desastre que ha generado alarma social en toda Europa, el que puedan ir abandonando, paulatinamente, unas prácticas agrícolas que ya no se sostienen.

“Mujeres por Doñana” se ofrece para colaborar en la mediación y estudio de un reparto justo de los recursos económicos destinados a los Ayuntamientos.

Y es que, como defienden, una cosa es apoyar a los agricultores y otra, muy diferente es salvar Doñana. Estos fondos deben priorizarse para lo segundo.

Para “Mujeres por Doñana” resulta fundamental que la Alcaldesa de Hinojos y el Alcalde de Almonte no se rindan y sigan batallando por que la justicia prevalezca en este controvertido espacio natural. Solo de esta forma-según ellas- el espíritu de Kafka abandonara Doñana.

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