El investigador del CSIC en el Centro de Investigación en Sanidad Animal tiene más de diez años de experiencia en el estudio de virus de la gripe
El pasado 29 de enero, las autoridades españolas notificaron al Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) un posible caso de contagio de gripe porcina en un trabajador de una granja de cerdos de Lleida. El paciente, que había desarrollado síntomas a finales de noviembre, fue diagnosticado de bronquitis y no presentó signos de neumonía.
Según relata el ECDC (en su boletín semanal de la semana del 28 de enero al 3 de febrero), en diciembre unos primeros análisis de laboratorio revelaron que se trataba de gripe A; posteriormente, un examen más exhaustivo −llevado a cabo por el laboratorio regional de referencia de Cataluña− identificó que se trataba del virus de la gripe porcina A(H1N1). El ECDC indica, además, que el paciente se recuperó completamente y que no se han detectado nuevos casos de contagio entre sus familiares ni entre los compañeros de trabajo de la granja.
Desde 2011, se han notificado 73 casos de infección por virus de la gripe porcina A(H1N1) en todo el mundo, dos de ellos en España (China es el país con mayor incidencia, con 42 casos notificados). Los virus de la gripe porcina, señala el ECDC, circulan ampliamente entre los cerdos y la exposición humana directa a estos animales representa el factor de riesgo más común de infección. Por lo tanto, se pueden esperar contagios esporádicos, especialmente cuando las personas tienen contacto directo sin protección con animales infectados. Cabe mencionar que la gripe porcina se transmite por vía aerógena (por inhalación de aerosoles contaminados procedentes de animales), no por vía alimentaria, por lo tanto, no existe riesgo de transmisión por consumo de productos derivados del cerdo.
Aitor Nogales es virólogo e investigador en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC). Con una trayectoria de más de 10 años, es experto en el estudio de virus de la gripe.
Pregunta: El ECDC indica que pueden ocurrir casos esporádicos de gripe porcina en humanos, por tanto, el contagio de Lleida no parece ser algo alarmante. ¿Se excluye por el momento la posibilidad de que este virus pueda trasmitirse de persona a persona?
Respuesta: Que un virus de gripe porcina infecte a humanos no es algo excepcional. Muchos de esos casos se detectan, mientras que otros −por ser asintomáticos o porque no se realizan labores de biovigilancia− no se llegan a descubrir, pero no es algo extraño. Generalmente la infección es asintomática o causa los mismos síntomas que una gripe común, y normalmente no se transmite entre humanos, o lo hace con una eficiencia muy baja.
P: La pandemia de 2009 fue provocada por una variante del virus de la gripe porcina H1N1. ¿Qué ocurrió entonces? ¿Por qué era tan diferente del caso actual?
R: El virus que causó la pandemia de 2009 −la última pandemia de gripe hasta la fecha− era bastante complejo porque poseía fragmentos de gripe porcina, de gripe aviar y de la humana. En cambio, en el caso actual, tras secuenciar el virus aislado del paciente, se ha visto que todos los genes coinciden con las variantes porcinas que circulan actualmente.
En 2009 se consiguió rastrear y se vio que el virus había saltado a humanos desde los cerdos. Pero era un virus que venía de lejos, como se dice coloquialmente, se estuvo cocinando durante años.
P: ¿Por qué en cerdos?
R: Los cerdos, por su biología, son susceptibles de ser infectados por diferentes tipos de virus de gripe, humana, aviar, etcétera. Por eso, el riesgo es que se conviertan en hospedador intermedio y puedan coincidir en ellos distintos virus al mismo tiempo, lo que puede favorecer la generación de nuevas variantes. Eventualmente, también podrían llevar a la formación de un nuevo virus que tenga potencial pandémico, como ocurrió en 2009.
P: Dentro de un organismo, ¿cómo se produce la generación de un nuevo virus a partir de tipos distintos?
R: Los virus de la gripe poseen genomas que se definen segmentados, es decir, que están formados por varias moléculas. Cuando un animal se infecta con dos virus distintos de gripe puede ocurrir que los segmentos genómicos de los dos se entremezclen, dando lugar a un virus que posee características nuevas. Ese sistema puede proporcionar alguna ventaja al virus en términos de replicación y capacidad de infección, por ejemplo. Es algo frecuente en gripe, pero ocurre también en otros virus, y es una de las maneras en que estos evolucionan.
P: ¿La vacuna contra la gripe humana confiere protección frente al virus de gripe porcina?
R: Realmente habría que evaluarlo. La vacuna estacional de la gripe humana se reformula todos los años, por lo que habría que hacer un ensayo de laboratorio para validar su efectividad frente al virus porcino. Sin embargo, se asume que confiere una protección parcial. De hecho, vacunarse frente a la gripe estacional es una de las recomendaciones para las personas que trabajan tanto con cerdos como con aves. Eso se debe a dos razones, la primera es por si les puede proteger, aunque sea parcialmente; la segunda es para evitar que sean los trabajadores quienes transmitan a los cerdos un virus diferente al porcino, lo que podría representar un riesgo para la aparición de nuevas variantes. Respecto al caso de Lleida, por el momento no sabemos, o yo desconozco, si el trabajador estaba vacunado o no.
P: Generalmente la infección por virus de gripe porcina es asintomática o causa los mismos síntomas que una gripe común. A pesar de que no provoque una enfermedad grave, ¿por qué hay que intentar evitar que ocurran estos contagios?
R: Es cierto que los síntomas graves son poco frecuentes, pero cuanto más se expande un virus más alta es la incidencia de los casos graves. Si pensamos en la gripe estacional humana, por ejemplo, se calcula que cada año hay casi medio millón de muertes, y esto se debe a que el virus circula mucho. Lo hemos visto también con la pandemia de la covid-19. Si un virus se difunde masivamente, aunque su tasa de mortalidad sea baja, el número de muertes que provoca acaba siendo alto. Por esa razón, hay que proteger a los trabajadores a pesar de que la infección no les provoque una enfermedad grave; hay que evitar que el virus empiece a circular. Es una cuestión de salud pública.
P: ¿Qué medidas podrían tomarse para proteger a los trabajadores de las granjas porcinas?
R: Además de la vacunación frente a la gripe estacional, hay que respetar las medidas de bioseguridad de las granjas, como la desinfección, la utilización de los equipos de protección individual (EPI), el lavado de manos, etcétera. Todas esas medidas son extremadamente importantes porque no protegen solamente frente a la gripe, sino ante otros muchos patógenos. Y confieren protección en ambas direcciones: de animal a humano, pero también de humano a animal.
P: ¿Hay riesgo de que pueda volver a ocurrir lo que sucedió en 2009? ¿Cómo podríamos evitarlo?
R: Para poder detectar el virus a tiempo es imprescindible implementar medidas de vigilancia epidemiológica, es decir, saber qué variantes víricas están circulando y dónde. En cuanto a la gripe, el virus estacional se suele aislar y secuenciar mucho y esa es también la manera de prever qué circulará en la siguiente estación. El mismo ECDC señala que los virus de la gripe zoonótica aislados de pacientes deben secuenciarse y caracterizarse a fondo, y esos datos hay que compartirlos con los laboratorios nacionales de referencia contra la gripe y los centros colaboradores de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, la pregunta no es si habrá o no otra pandemia de gripe, sino cuándo será la próxima y de dónde vendrá. En la historia siempre ha habido pandemias de gripe y no hay razón para pensar que ahora −en un mundo más globalizado que antes− vaya a dejar de ocurrir lo que ha estado ocurriendo durante siglos.
Fuente: Iole Ferrara Romeo / Contenido realizado dentro del Programa de Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica, convocatoria 2022