Coincidiendo con el inicio de la Cuaresma, la Virgen de la Esperanza de Alcalá del Río luce en su Altar el atavío que se conoce popularmente como “de hebrea”

por Antonio Rendón

Comienza la Cuaresma y amanece Nuestra Señora de la Esperanza de Alcalá del Río ataviada de hebrea en este Miércoles de Ceniza. Día en el que los cristianos recibimos una cruz en la frente, con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos anterior. Éste signo de la llegada de la Cuaresma es relevante para todos nosotros, y preparatorio para vivir el Misterio Pascual.

La Cuaresma es un tiempo litúrgico penitencial, es tiempo de austeridad. Cuarenta días antes del Domingo de Ramos empieza el tiempo de Cuaresma, que la Iglesia instituye para prepararnos a celebrar los misterios de la Pasión.  Por este motivo durante la Cuaresma se debe buscar la mayor sobriedad y sencillez posible, tanto para el altar como para los demás lugares y elementos celebrativos.

También el vestuario de Nuestra Titular Marianas se adapta a este tiempo litúrgico de sobriedad y austeridad eliminando los bordados, coronas o cualquier signo de ostentación. Durante la Cuaresma, la Virgen se viste de Hebrea con un atavío que nos recuerda, aunque de forma idealizada, la manera de vestir de las mujeres hebreas.

Miercoles de ceniza «Convertios y creed en el Evangelio»

María Santísima de la Esperanza Ilipense ataviada de hebrea para el tiempo de cuaresma.

Amanece con el terno de hebrea, en su rostro gasa con bordados de lentejuelas en oro y encaje francés del S. XIX, en su pecho puñal de plata sobredorada del S. XIX y nominal de oro.

Es sus benditas manos rosario de filigrana de plata y pañuelo de tul bordado.

Coronandola halo de estrellas.

Virgen de la Esperanza, ruega por nosotros.

Vestidor:  Antonio Sanabria Vázquez 

Fotos: la Hermandad

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