Ante la «preocupante escalada en los intercambios de disparos» en los últimos días en la frontera entre Israel y Líbano, la fuerza de la ONU en el Líbano instó el martes a Hezbolá y al Ejército israelí a «cesar las hostilidades».
Según la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), el sur del Líbano está viviendo una «expansión y una intensificación de los ataques», trastornando la vida de decenas de miles de civiles de ambos lados de la Línea Azul.
«Este conflicto ya ha causado demasiadas víctimas y daños significativos a viviendas e infraestructuras públicas», afirmó la FINUL en un comunicado.
Según la misión, los eventos recientes podrían poner en peligro una solución política a este conflicto.
«Al menos 42 civiles han muerto y alrededor de 90.000 personas han sido desplazadas, la mitad de ellas mujeres», dijo la OCHA en la red social X.
OCHA estima que al menos 60.000 personas permanecen en los pueblos fronterizos.