La pancarta es de este fin de semana. Fueron varias. Es clara y refleja un hartazgo. Emolumentos millonarios, perpetuidad en el cargo, obstáculos y no defensa de la Selección Vasca, machismo, defensa de Rubiales, y el tupé de querer volver a presentarse. Algo inaudito e inadmisible.
Soy socio del Athletic y tengo derecho a la crítica interna y externa y no me gusta lo que veo. Se prohíbe reivindicar en el campo una Selección Vasca pero no así la española. Su director de comunicación Igor San Román habla de que solo es admisible jalear al Athletic como si la Selección no fuera una demanda consustancial a una historia, recordando a un jugador del Athletic como lo fue José Antonio Agirre.
La argumentación de la directiva me recuerda al Neguri del franquismo. Cuando Oraa, presidente del Athletic prohibía a los jugadores pasar debajo de la ikurriña, como lo hizo en Caracas. Ahora es negar a la Selección. Y me recuerda al discurso de Egidazu en 1977.Creen que somos tontos y han de tratarnos como menores. ”No” no hay que politizar, solo jugar y animar”. Como máquinas. De acuerdo, pero hay cosas previas. Y una es trabajar y reivindicar una Selección Vasca, algo que para esta directiva debería ser consustancial con la filosofía del Athletic como en 1977 lo fue la ikurriña.
No crean que la gente va a seguirse chupando el dedo.