De media, los niños empiezan a ir al dentista con casi seis años, cinco más tarde de lo recomendado
El 79% de las personas en España ha tenido caries en algún momento de su vida y, de ellas, más de la mitad (52%) afirman que sus hijos también. Es una de las conclusiones que puede extraerse del Barómetro de la Salud Bucodental en España 2024, presentado este miércoles en la sede del Col·legi de Periodistes de Catalunya por la firma de clínicas dentales Institutos Odontológicos.
Pese a la alta prevalencia de la caries en la población, tenemos una buena autopercepción de la salud bucodental, que valoramos de media con un notable (7,1), a casi el mismo nivel que la salud física (7,2) y algo menos que la salud mental (7,6).
Otra conclusión del barómetro es que los niños empiezan a ir al dentista cinco años más tarde de lo recomendado por la Sociedad Española de Odontopediatría, que aconseja llevarlos antes de que cumplan su primer año. Sin embargo, la media en España se sitúa en los 5,8 años.
El miedo al dentista aún existe
El estudio constata que sentimientos como el miedo y los nervios siguen estando presentes entre algunos pacientes de servicios dentales. Concretamente, el 41% afirma sentirlos cuando va al dentista, aunque eso no evita que acudan a él de forma regular. En cambio, el 22% (casi una de cada cuatro personas) sí que reduce sus visitas por este motivo.
La principal razón para sentir miedo o nervios es una creencia de que el tratamiento les dolerá (60%), seguido del coste económico (39%) y de malas experiencias (23%), ya sean propias (17%) o del entorno (6%).
En algunos casos, el miedo provoca incluso que la persona decida aplazar un tratamiento que debería realizarse. Un tercio de los encuestados (35%) lo está haciendo y, de ellos, el 5% alega que es por este motivo. Sin embargo, la mayoría lo hace por una cuestión económica. Otras razones son la pereza (18%) o la falta de citas con el especialista (10%).
Dos veces al año, la media de visitas al dentista
Igual que el año pasado, la frecuencia más habitual de visita al dentista es de dos veces al año (57%, +4%), seguida de una vez por año (25%, -3%) y de una vez cada 2 o 3 meses (9%, -1%). Por edades, las personas entre 51 y 60 años son las que más responden que van más de cuatro veces al año (27%). Además, vamos por salud (55%) y no por estética (6%).
Tampoco hay una variación interanual en la lista de los tratamientos más realizados: la higiene bucal sigue en primera posición (73%), por delante de las revisiones bucodentales (53%), de los empastes (24%), de la extracción de piezas dentales (19%) y de los implantes dentales (15%).
El cepillado de dientes, una rutina diaria que se cumple
Uno de los hábitos fundamentales para mantener una buena salud bucodental es el cepillado de dientes y la mayoría de la población lo tiene claro: el 95%, misma cifra que el año pasado, lo hace a diario. De ellos, la misma proporción (39%) lo realiza tres veces al día y dos veces al día.
En cambio, casi dos de cada diez personas (17%) solamente se los cepilla una vez al día. Y los motivos que señalan son variados: pereza (27%), estar fuera de casa (27%), olvido (17%) o la creencia de que no es necesario hacerlo más veces (11%).
Por otra parte, el uso de los cepillos de plástico sigue aumentando, pasando del 40% en el 2022 al 45% este año e igualándose con los cepillos eléctricos (45%), cuya tendencia en los últimos años es a la baja (-7% desde 2022). Entre ambos, siguen copando prácticamente la totalidad del mercado (90%).
Además, en líneas generales, cumplimos con la recomendación de cambiar el cepillo con cierta frecuencia: la mayoría de las personas dejan pasar, como mucho, tres meses (74%). Una minoría (7%) usa el mismo cepillo durante todo el año, y casi dos de cada diez (19%) lo renuevan a los seis meses.
El trato al paciente, un valor al alza
En la elección de una clínica dental confluyen varios factores, pero un trato amable y cercano ha sido el más citado entre las personas encuestadas (43%), seguido de la ubicación (35%) y de las recomendaciones de amigos o padres (31%). La obtención de garantías en los tratamientos (22%), una amplia oferta de horarios (21%), facilidad para reservar cita (21%) y que la clínica tenga especialistas en diferentes áreas (20%) también destacan.
Las reseñas en Google son menos influyentes que en otros sectores y apenas el 6% de los pacientes han escogido centro basándose en ellas. De forma general, vamos al mismo dentista que nuestro entorno, ya sea pareja, familiares o amigos, aunque casi tres de cada diez personas (29%) van solo ellas.
Respecto a los motivos para cambiar de clínica, las malas experiencias han aumentado de forma significativa (+7%) y se han convertido en la principal razón (29%), seguidas de la disconformidad con los precios (19%) y de haberse mudado a otro domicilio (18%). Por el contrario, el porcentaje de personas que han cambiado de clínica porque el trato no era amable y cercano ha descendido el 12% respecto al año pasado.
Sin embargo, el cambio de clínica no es común, ya que la mayoría de las personas encuestadas (74%) no lo han hecho en los últimos dos años ni tienen intención de hacerlo. Además, la fidelidad de los pacientes con sus dentistas ha aumentado de una media de cinco años a siete.