Aperitivos exóticos: un placer cada vez más a nuestro alcance

por Redacción Nacional

Elegir un mix con personalidad puede dejarnos en una situación idónea para nuestra salud y exquisita para nuestros invitados

Los aperitivos exóticos lo son cada vez menos, y a golpe de click podemos encontrar más opciones de las que nosotros mismos seríamos capaces de imaginar en un principio o hace no demasiado tiempo. Algunas de las opciones más demandadas, o con una implantación más popular son los siguientes.  

Anacardos con curry ecológico

Se han instalado en la dieta popular y suponen, además de un viaje a tierras lejanas, una fuente de beneficios para la salud. Grasas saludables, proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales del fruto seco en sí se suman a las ya conocidas propiedades del curry: antioxidante, antinflamatorio y digestivo. Una vez entran en la boca se produce un mix de sabores que cruza los océanos hasta territorios todavía vírgenes. 

Cacahuetes con wasabi de Nulthy Shop

Una de las mezclas más explosivas y demandadas por todos aquellos que los han probado al menos una vez son los cacahuetes con wasabi de Nulthy Shop. Recubiertos de una capa picante y estimulante, se trata de cacahuetes seleccionados entre las primeras calidades. Son ricos en nutrientes y adaptables a cualquier tipo de propuesta gastronómica. Además, es muy habitual utilizarlos en hostelería como snack para conquistar el corazón de los clientes. 

Edamame tostado con sal

Es el edamame uno de los productos que más hondo ha calado en nuestros hábitos renovados, en especial por sus propiedades nutritivas y por su presencia en platos muy extendidos como el poke. Tienen un sabor estimulante y es muy indicado para dietas.

Láminas de almendra ecológica

Un sabor auténtico y una textura crujiente, con una versatilidad, pureza y capacidad nutritiva que conquistan a cualquiera.

Mix de cacahuetes

No podría faltar en ningún tipo de selección nuestra querencia por los tradicionales mezcladillos, en esta ocasión realizado con productos de primera calidad y sabores característicos y muy específicos.

Uno de los grandes privilegios de los que gozamos en la sociedades contemporáneas es el hecho de haber derribado las barreras o fronteras en muchos sentidos de los productos gastronómicos. Hemos dejado de comer lo de siempre para que lo de siempre sea una opción más dentro de una oferta casi inabarcable. Desde los grandes platos de los países más cercanos a la propuesta más en las antípodas están al alcance de nuestra mano, de un paladar que se ha hecho también más abierto y más propenso a la internacionalización.

Somos capaces de valorar casi como un nativo las cualidades de platos que a las generaciones anteriores les sonarían extraños, lejanos y casi utópicos de alcanzar. Viajamos como nunca y demandamos aquello que conocemos en nuestras expediciones. Hemos educado nuestros gustos y podemos elegir prácticamente a pedir de boca. 

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