ATME la convoca para reivindicar, entre otras medidas, una actualización de las retribuciones, un nuevo modelo de carrera militar, el reconocimiento como profesión de riesgo y la modernización de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes.
ATME ha convocado desde su nacimiento seis movilizaciones de militares, bajo el gobierno del Partido Popular (2018) y del Partido Socialista (2020, 2021, 2022 y dos en 2023 -Madrid y Vitoria-), todas ellas ante el abandono y desinterés del ministerio de Defensa por uno de sus activos más importantes, los militares.
Un ministerio que utiliza a sus militares en mil y una misiones, tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales, lo que hace de la ministra de Defensa una de las políticas mejor valoradas y de las Fuerzas Armadas una de las instituciones también mejor valoradas.
Un ministerio que oye a sus militares, pero no los escucha.
No escucha lo que llevan años reivindicando, como una necesaria actualización de las retribuciones que les permita dejar de ser los servidores públicos peores pagados, con soldados cuyo sueldo neto en menor que el montante del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una Ley Única de la Carrera Militar que englobe a todas las escalas, elimine la alta temporalidad y permita una verdadera promoción profesional, la declaración de la profesión militar como profesión de riesgo y la actualización de la Ley de Derechos y Deberes, cuya comisión de trabajo para su mejora lleva más de siete años en funcionamiento y el último año y medio sin actividad.
Los militares han visto pasar múltiples mejoras que se han aplicado a los miembros de la Función Pública y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero de ellos no se ha acordado nadie, ni su propio ministerio.
La guinda de todo esto fue el resultado del Pleno Extraordinario sobre Retribuciones, celebrado en marzo, solicitado por todas las asociaciones profesionales con representación en el COPERFAS, que se saldó con la respuesta del ministerio de que no podía presentar ningún plan de mejoras retributivas, ni siquiera las medidas que supuestamente tenían planeadas, porque habían decaído los presupuestos generales del Estado para el año 2024.
Si a esto se suman que otros ministerios, como el de justicia, suben a sus funcionarios las retribuciones para poner fin a un conflicto que llevaba abierto solo desde el año anterior, el resultado solo puede ser la convocatoria de una movilización para dar a conocer a la sociedad civil y a los representantes políticos que los militares tienen muchos problemas que se deben solucionar.
Por todos estos motivos, ATME ha convocado una concentración el día 1 de junio a las 12.00 horas ante el Congreso de los Diputados, para que todos los militares, independientemente de su empleo, familiares y ciudadanos en general puedan denunciar la gravísima situación en que viven estos servidores públicos y urjan para darles solución.