Volodimir Golubnichi nació el 2 de junio de 1936 en Sumy, ciudad ucraniana perteneciente en aquellas fechas a la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
En sus primeros años de vida, Volodimir Golubnichi padeció graves penurias por culpa de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La Alemania nazi llevó la guerra hasta dentro de las fronteras de la URSS y la población sufrió mucho. Específicamente en Sumy, donde había nacido y residía Golubnichi, los nazis crearon una prisión y un batallón de trabajos forzados para judíos y, en dos operaciones, asesinaron a unos 1.000 de ellos y a decenas de gitanos.
Tras concluir la Segunda Guerra Mundial con la derrota de la Alemania nazi, el joven Volodimir Golubnichi se aficionó al esquí de fondo y, en 1953, inició sus estudios de instructor de ese deporte en el Instituto de Educación Física de Kiev.
En ese instituto, Zosima Petrovich, profesor del mismo y excampeón soviético de halterofilia, sin embargo, le convenció para que realizase una transición a la marcha atlética, la cual se produjo con gran brillantez.
Ya en 1955, con solo 19 años, Volodimir Golubnichi pulverizó la plusmarca mundial de los 20 km de marcha atlética, logro que conmocionó al mundo del deporte por la juventud del marchador soviético.
Un año después, en 1956, Golubnichi padeció una infección hepática y no pudo acudir a los Juegos Olímpicos de Melbourne, aunque, lejos de venirse abajo, se sometió a una dura rehabilitación durante un año y regresó con éxito a la competición. Quienes le dieron por perdido, se equivocaron.
En 1958, un Volodimir Golubnichi totalmente recuperado batió de nuevo la plusmarca mundial de los 20 km de marcha atlética con un registro de 1 hora, 27 minutos y 4 segundos, récord que se mantuvo inalterado casi una década, y el mundo del deporte se volvió a entusiasmar con el joven marchador soviético que regresaba en su mejor nivel.
En 1960, en los Juegos Olímpicos de Roma, Volodimir Golubnichi estuvo a la altura de lo que de él se esperaba y alcanzó el anhelado oro olímpico, aquel que se le había escapado cuatro años antes por su enfermedad. En la prueba de los 20 km de marcha atlética, venció con brillantez y se proclamó Campeón Olímpico, confirmando todas las expectativas.
Arribados los Juegos Olímpicos de Tokyo de 1964, Golubnichi no pudo revalidar su oro olímpico y tuvo que conformarse con el tercer puesto en los 20 km de marcha atlética, tras el alemán Dieter Lindner y el mítico marchador británico Ken Matthews. La dura derrota iba a ser vengada por el marchador soviético en su siguiente olimpiada.
Así, en los Juegos Olímpicos de México de 1968, Golubnichi respondió a lo ocurrido en los anteriores Juegos, logrando una nueva victoria en la prueba de los 20 km. Los últimos metros de la competición resultaron una apasionante pelea entre él, su compatriota Nikolái Smaga y el marchador mexicano José Pedraza, conocido como «El Sargento Pedraza», que concluyó a su favor. Las imágenes de esa pugna agónica hasta la línea de meta son parte de la historia del deporte y el olimpismo.
Gracias a su gesta, Golubnichi se convirtió en doble Campeón Olímpico y la marcha atlética de la URSS tocó el cielo en las alturas mexicanas.
En la siguiente década, Volodimir Golubnichi aún fue capaz de ganar una medalla de plata en los 20 km de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 y de lograr un séptimo puesto en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 con cuarenta años de edad. Nada fácil en una distancia tan corta. A todas esas hazañas deportivas, añadió Golubnichi una medalla de oro en el Campeonato de Europa de 1974, otros pódiums europeos y una larga lista de campeonatos nacionales de la URSS entre los años 1960 y 1974.
Fuera del ámbito competitivo, Golubnichi recibió varias distinciones en la URSS, en la Ucrania postsoviética, en su ciudad de Sumy y en la IAAF, la Federación Internacional de Atletismo. Por ejemplo, en 1969, recibió la Orden de la Insignia de Honor soviética y, en 1999, el Certificado de Honor del Gabinete de Ministros de Ucrania, siendo incluido, en 2012, en el Salón de la Fama de la IAAF.
En los últimos años de su vida, Volodimir Golubnichi fue miembro del Comité Olímpico Nacional de Ucrania y presidente de la Unión de Atletas Veteranos de Sumy, entre otros cargos, residiendo en una discreta vivienda rodeado de las medallas y trofeos acumulados a lo largo de su exitosa carrera deportiva. Su relación con el deporte perduró hasta su último aliento.
El 16 de agosto de 2021, dos meses después de cumplir los 85 años de edad, falleció en Sumy Volodimir Golubnichi, el plusmarquista y doble campeón olímpico de los 20 km de marcha atlética, el atleta que condujo a la URSS al máximo nivel en esa especialidad. Su muerte fue muy llorada por el mundo del deporte y los medios se acordaron de él. Con el adiós del campeón soviético, se cerró una etapa genuina y brillante de la marcha atlética, una etapa en la que los marchadores simplemente caminaban rápido y la épica predominaba, quedando entre nosotros el recuerdo de ella y la memoria de uno de sus más extraordinarios protagonistas.