Ayer lunes, en el pleno del Concello de Ponteareas, se produjo un altercado que conculca la buena sintonía que debe reinar entre miembros de una Corporación. La bronca se produce después de que, la concejala del PP, Raquel Planas, le llamase «gilipollas» al portavoz del BNG, Miguel Bouzó.
El concejal del BNG, Bouzó acusó a Raquel Plana de querer beneficiarse con la decisión del gobierno local de ceder terrenos a la Xunta, para la construcción de un nuevo centro médico público «en frente de la clínica privada de la concejala del PP».
Nava Castro trató de poner orden pidiéndole al concejal del BNG que retirase las palabras empleadas, ya que insultaban a la concejala.
Raquel Plana, alzó la voz en tono amenazante: «Tú y yo nos vamos a ver en el juzgado, por gilipollas tío. O sea, estoy harta de vosotros, porque sabéis que no es verdad. Le estáis vendiendo esto al pueblo porque sois unos manipuladores. Unos manipuladores, porque sabéis que no es cierto. Es que sois patéticos, da vergüenza»
Tras increpar al concejal nacionalista, tanto desde el BNG como desde Ponteareas en Común exigieron a la alcaldesa Nava Castro la expulsión del pleno de la concelleira de Sanidade, pero la alcaldesa se limitó a afear la conducta de los miembros de la oposición.