Las instituciones onubenses, y las fuerzas de seguridad empeñadas en el control de la Romería de El Rocío 2024, han llevado a cabo un enorme despliegue de controles e iniciativas para evitar que los miles de equinos -caballos, mulos y burros-, participantes en los días de esta festividad, sufran abusos, maltratos, sobreesfuerzos o deshidratación. Dos colectivos ecologistas andaluces han reconocido los buenos resultados y aplauden el dispositivo capitaneado por el Ayuntamiento de Almonte
La Asociación “El Burrito Feliz” es sobradamente conocida a nivel nacional por su implicación directa en la defensa del bienestar animal y el uso sostenible de los equinos. Estos ecologistas no se han opuesto nunca a que, y siempre dentro de la lógica en su uso, los equinos puedan participar en eventos culturales o sociales.
Para esta Asociación resulta fundamental que los animales domésticos puedan ser disfrutados en la vida diaria o en los acontecimientos humanos. De lo contrario, así lo manifiestan, los caballos y mulos serían destinados, en su mayoría, para carne.
Respetan la opinión de otros colectivos, de sesgo animalista, pero no coinciden en prohibiciones totales o en la persecución sistemática del uso de los equinos. Según este colectivo, la mayoría de las personas que acuden al Rocío con sus animales los cuidan “a cuerpo de Rey” durante todo el año y no merecen ser tachados de maltratadores por los malos usos de unos pocos desaprensivos. Unos pocos, que según “El Burrito Feliz”, cada vez son menos gracias a la mentalización de la población y sobre todo por la acción directa, y eficaz, de la Guardia Civil y la Policía Municipal de Almonte durante la Romería.
Durante una de las patrullas de que se han llevado a cabo por parte de las voluntarias del colectivo femenino “Mujeres por Doñana” se observan dos incidentes: las voluntarias visualizan que un hermoso mulo que descansa, con otro compañero, tiene un pequeño arañazo en su cabeza producido por el roce de los arreos. De forma educada avisan del problema al conductor del carro, al que están enganchados los dos animales, y con la misma educación y total presteza el conductor procede a un ajuste del cabezal y a la limpieza de la pequeña herida. Tras este hecho, el conductor agradece a las voluntarias el aviso con una enorme sonrisa y un apretón de manos. Unos minutos después se produce, en una de principales vías rocieras, un pequeño incidente entre un vehículo a motor y un caballo que, también, tiraba de un pequeño carro. En solo unos minutos, cuatro miembros de la Guardia Civil montados a caballo, acuden al lugar y ponen orden en el incidente ante la admiración del público cercano.
Este Rocío, según las dos organizaciones, es un ejemplo de dedicación y planificación inteligente respecto a la Ley de Protección Animal. Se observan bebederos de agua fresca en número suficiente, los agentes del SEPRONA atajan de raíz cualquier atisbo de mal uso en las cabalgaduras y, lo que consideraran más importante, la inmensa mayoría de los caballistas y conductores de carruajes cuidan con esmero a sus animales en cada momento de la Romería.
Luis Manuel Bejarano Presidente de El Burrito Feliz, manifiesta sentirse muy satisfecho por la total desaparición de las empresas británicas, que en años anteriores llegaron al Rocío y ofrecieron a nivel nacional, e internacional, una imagen exagerada, negativa y nefasta de la Romería y de los colectivos Rocieros, además de inundar con denuncias y decomisos de caballos, cada convocatoria del evento. Muchos afectados siguen contactando con “El Burrito Feliz” para solicitarles ayuda de cara a recuperar sus animales. A todos les aconsejan que pongan su caso en manos de la Guardia Civil, como ellos mismos hicieron”.
“Mujeres por Doñana” y el “Burrito Feliz” se empeñaron, como organizaciones, en terminar con esta lacra y, gracias a sus abogados y la intervención de equipos de investigación de las Fuerzas del Orden, pudieron poner fin a esa situación tan desagradable para la imagen de Huelva. Manifiestan su satisfacción cada vez que los onubenses, principalmente de Almonte, les dan las gracias por ese enorme esfuerzo personal, y también económico, que ha devuelto la tranquilidad a muchos propietarios de equinos.
Y es que la Asociación “El Burrito Feliz”, en base al cumplimiento de sus Estatutos, no solo trabajan por la ecología, los animales y el medio ambiente, también incluyen un esfuerzo por promover y dinamizar los valores turísticos, y con ello económicos, de la Provincia onubense.