Entre el sueño y la realidad existen programas y empresas que nos pueden ayudar a dar ese gran salto
Entre los sueños que genera la magia del cine están para muchos de nosotros lugares comunes a los que acudimos gracias a una conciencia colectiva generada en gran medida por la industria del cine. Es decir, la creación de un imaginario colectivo que homogeniza los sueños y las aspiraciones de generaciones y generaciones remite en muchos casos a puntos existentes en algún lugar de la Tierra. Y muchos de los mismos se sitúan en los Estados Unidos de América. Resulta indiscutible la capacidad de atracción y de interés que mantiene el país de las barras y estrellas, sustentado en muchos sentidos en iconos atemporales que funcionan como atractivo intergeneracional. En buena medida es todavía percibido como la tierra de las oportunidades y donde el hombre hecho a sí mismo todavía tiene la capacidad de abrirse su propio camino hacia el éxito.
Estudiar en Estados Unidos y formarse es sinónimo de hacerlo en algunas de las mejores y más reconocibles universidades, pero lo cierto es que no resulta nada barato acceder a esa élite formativa. Los 50.000 euros por curso que de media cuesta formarse en América es caro, objetivamente caro. Sin embargo, al igual que existen las herramientas para hacerlo existe un colchón de seguridad para que nadie nos prive de nuestro sueño. Y no podría existir un nombre más apropiado que Viviendo el Sueño.
Son muchos los testimonios acreditados de estudiantes que han podido saltar el gran charco gracias al empujón de Viviendo el Sueño, algo impensable sin esa ayuda. Trabajar en algunas de las empresas más grandes del mundo o ayudar a más de 30.000 estudiantes en todo el Globo son logros de los que sentirse orgulloso.
Un año escolar en Estados Unidos es para muchos de los beneficiados de ese programa no solamente la más importante, sino también la mejor decisión que han tomado en sus vidas. Se trata de un prestigio y una proyección internacional dificilmente comparables y que abre las puertas a algunas de las empresas e instituciones más determinantes del planeta.
También cursar el Bachillerato en Estados Unidos puede hacerse a través de tres programas diferenciados entre cuyas ventajas estarán la inmersión lingüística, la experiencia única, lo sencillo de lograr la convalidación, la oferta ilimitada de actividades, el poder hacer amistades en todo el mundo y el hecho de gozar de un programa docente con menos teoría y más práctica. La decisión más importante está en nuestras manos.