Esta propuesta reflexiva que del 7 al 9 de junio convierte A Coruña, nuevamente, en una ciudad referente en la defensa de los DDHH no podía dejar de mirar hacia Gaza
Si el objetivo es reflexionar sobre la violencia, los miedos y la muerte a la que se enfrentan miles de niños y niñas a los que se les ha robado la infancia, el Encuentro Internacional Acampa pola Paz «Infancia y Juventud Refugiada» en esta edición tenía como imperativo mirar hacia Palestina. Uno de los emblemas de los Encuentros que anualmente Acampa por la Paz organiza en A Coruña es el campo simulado de personas refugiadas que se monta en los jardines de Méndez Núñez, alrededor del cual pivota todo el encuentro. Visitas guiadas para público en general y para escolares buscan que los visitantes entiendan lo que puede significar sobrevivir en esas condiciones, después de haberlo perdido todo. Este año, la propuesta tratará de aproximarse a un campamento gazatí, o a lo que queda de ellos después de meses de asedio y bombas israelíes. Espacios en los que permanecen hacinados, hambrientos y sedientos, atrapados mientras la ayuda humanitaria está bloqueada a escasos metros o entra a cuentagotas. Los escombros como hábitat, cómo es la atención médica, o el reparto de comida o agua, o esas improvisadas tiendas bajo las que duermen trasladarán al público, por unos minutos, a esos espacios vulnerables en los que las organizaciones llevan meses prestando apoyo y seguridad a una población desplazada forzosamente en estos meses de terror permanente.
Minuto de silencio
En esta ocasión, además, otro polo de atracción poderoso emergerá en los Jardines durante el desarrollo del encuentro internacional. Un Memorial en recuerdo de la infancia asesinada en Palestina construido gracias a las donaciones y al voluntariado. Cientos de simuladas mortajas con las que Acampa por la Paz quiere que la ciudadanía se asome, al menos, a lo que significa 15.000 niños y niñas palestinas asesinadas por Israel. No obstante, el Memorial rinde homenaje, también, a cualquiera de las otras vidas de niños y niñas perdidas en cualquiera de las otras guerras activas en el mundo. La infancia siempre es la más vulnerable. No empiezan las guerras. No participan. Pero son siempre las víctimas más frágiles, más traumatizadas y más insoportables de asumir en cualquier conflicto. Frente al memorial, el domingo 9 de junio, a las 12 horas, se celebrará el Minuto de Silencio, una concentración unitaria sin más banderas que la de los DDHH que red Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio confía en que sea masiva.