Celebrada la última reunión ordinaria de la Junta Directiva del Marín Club de Fútbol, en ella el presidente Gaspar Pérez Carnero le comunicó a los demás componentes su decisión de dimitir de forma irrevocable tras cinco temporadas a frente de la entidad franjiazul.
No cabe duda que el Marín Club de Fútbol estaba viviendo unos momentos de euforia tras haber conseguido por segunda temporada consecutiva un ascenso de categoría pasando de militar en la Tercera División Autonómica a la Primera División Autonómica, en la que militará la próxima temporada.
Pero la decisión de Gaspar Pérez Carnero ha bajado el suflé de la euforia y lo ha tornado en preocupación para los socios y seguidores de la entidad franjiazul.
No cabe duda que la gestión del hasta ahora presidente ha sido encomiable tanto en el apartado económico como en el deportivo. En lo económico porque cogió hace cinco años un club en bancarrota y al borde de la desaparición y lo va a entregar el próximo jueves, día 13 de junio, día para el que se ha convocado las Asambleas Generales Ordinaria y Extraordinaria del Club, no ya completamente saneado, sino con un ligero superávit que le permitirá a quien tome el relevo echar a andar la próxima temporada si excesivos aprietos.
En lo deportivo, de un primer equipo deambulando penosamente por la Segunda Regional durante varias temporadas y que acabó cayendo a la Tercera debido a unos reajustes de divisiones que cumplimento la Federación Gallega de Fútbol tras la pandemia, a Tercera. Ahora tras dos años exitosos, el equipo ha ascendido consecutivamente dos veces, habiéndose proclamando en una Campeón de Liga y Subcampeón de Copa.
En lo social también el club se ha revitalizado y de apenas medio centenar de socios y un San Pedro casi vacío todos los domingos se ha pasado a tener el respaldo continuo de la afición como lo han demostrado las afluencias de aficionados cada domingo de partido en San Pedro y sobre todo esa entrada de 750 aficionados en el último partido de la liga recién finalizada.
Pero ahora Gaspar Pérez ha dicho basta y que ha llegado el momento de ‘retirarse a sus cuarteles de invierno’ y que es hora de que alguien lo releve en su cometido.
Y aquí llega el momento siempre difícil para un club modesto como el Marín Club de Fútbol de encontrar a la persona adecuada y dispuesta a tomar el mando de su timón para poder seguir el rumbo marcado en las dos últimas temporadas. Y esto en Marín nunca ha resultado fácil.
Esperemos que esta vez teniendo en cuenta el momento de euforia deportiva con los ascensos conseguidos, que la afición se ha vuelto a enganchar al equipo y que se cuenta con un cuerpo técnico y plantel de jugadores de contrastada valía, y que hay que intentar conservar para seguir el buen camino iniciado, el Marín Club de Fútbol no tenga que mendigar quien quiera dirigirlo y en el menor tiempo posible pueda contar con un nuevo presidente y junta directiva.