El Regreso del Joker. Por Jesús Suárez

por Jesús Suárez

@jsuarez02111977

En el universo futbolístico, donde los héroes y villanos se trazan con la misma intensidad, emerge una figura que dibuja el perfil de un futuro ídolo: Mario Soriano. Su posible renovación con el Deportivo de A Coruña hasta 2028 es más que una decisión contractual; es un acto de destino que evoca las complejidades y profundidades del Joker, el icónico personaje del cómic y el cine y ahora el joven jugador del Depor.

El Joker, con su sonrisa torcida y su risa escalofriante, es una figura de caos y genialidad. A través de las páginas del cómic y las pantallas de cine, se ha mostrado como un maestro del desorden, un arquitecto de la anarquía cuya esencia desafía la norma y lo predecible. De manera similar, Mario Soriano, tras una notable cesión en el Eibar, regresa a Riazor con la promesa de cambio y liderazgo en el césped. Su travesía por la segunda división lo ha moldeado, convirtiéndolo en un jugador de talento con más experiencia y personalidad, listo para asumir el papel del «Joker» que el Deportivo necesita.

La posible renovación de Soriano hasta 2028 no es meramente un gesto administrativo; es la materialización de una esperanza de futuro. Su regreso a casa, al santuario de Riazor, simboliza el dibujo del destino. Así como el Joker usa su ingenio y audacia para desafiar a Gotham, Soriano empleará su habilidad y visión para transformar el futuro del equipo, contagiándonos en cada partido de una dosis de genialidad y frescura.

En el fútbol, como en la vida del Joker, la narrativa no se construye solo con éxitos predecibles, sino con momentos de destellos inesperados, de risas que surgen en medio del caos. Soriano es esa chispa adecuada, el elemento que puede romper la monotonía y ofrecernos una razón para soñar. En un mundo donde el fútbol a menudo se rinde ante la lógica implacable de las estadísticas y las tácticas predecibles, Mario Soriano es el comodín, el as en la manga que puede cambiar la suerte en un instante.

Los críticos pueden señalar las diferencias entre un villano del cómic y un joven futbolista, pero en el corazón de ambos reside una única verdad: la capacidad de inspirar y sorprender. El Joker, a pesar de sus oscuras intenciones, es una figura de admiración por su ingenio y tenacidad. De igual modo, Soriano se presenta como una figura de esperanza para el Deportivo, no solo por sus habilidades futbolísticas, sino por su capacidad de contagiar talento y sonrisas.

“La locura es como la gravedad, basta con un pequeño empujón.” Saltemos deportivistas, saltemos y dejémonos llevar por la sonrisa de un joven muchacho.

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