Ricky Martin volvió a brindar con A Coruña su Copa de la Vida

por Redacción A Coruña

El artista puertorriqueño triunfó ante un Coliseum entregado desde su puesta en escena, una vez finalizado el evento futbolero que tenía ocupado al personal. Los teléfonos móviles echaban humo ante tantas emociones juntas y la WiFi del recinto se vio mucho más saturada que de costumbre.

En un inicio con mucha energía, con ‘Pégate’, ‘María’ y ‘Adrenalina’ se llevó el primer aplauso del día cuando informó de que «España va para la final”, tras ganarle a Francia, en un partido que terminó casi al mismo tiempo que empezaba el concierto.

«No me olvido de A Coruña. Gracias por estar aquí de vuelta», dijo tras agradecer al público su «fuerza» y su «sonrisa».

«Esta noche vamos a recordar viejos tiempos. Esta noche voy a cantar canciones que ustedes llevaron a los primeros lugares de popularidad. Esta noche voy a contar mi historia. Esta noche lo vamos a pasar bien, ¿sí o no?», gritó.

Con un sí atronador, ha seguido con el concierto: «Coruña, aquí tienes lo mejor de mi música, te amo», agregó antes de continuar.

Los siguientes temas fueron ‘Shake your bon-bon’, ‘Lola, Lola, ‘La bomba’, ‘Disparo al corazón’, ‘Asignatura pendiente’ y ‘Tal vez’.

«Seguimos en este rollo romántico un poco más», prosiguió antes de interpretar ‘A medio vivir’, ‘Fuego de noche, nieve de día’, ‘Te extraño, te olvido, te amo’ y ‘Tu recuerdo’.

Con este último jugó después con el público, al que recordó que su recuerdo le «hace bien» porque es su «combustible» y su «alimento».

«Tengo vicio de vosotros», aseguró para volcarse con ‘La mordidita’, con A Coruña entregada a esa ‘mordidita’ de su boquita.

El idilio de Ricky Martin con la ciudad quedó sellado con un tema que mostró que basta con un mordisco a la ciudad para caer rendido.

‘Vente pa’ca’, cantó a continuación el público, tras la interpretación de ‘Por arriba, por abajo’, previa a los dos grandes temas de la noche.

Bajo kilos de confeti rosa, el Coliseum siguió un concierto vibrante y eterno, que parecía que no dejaba de crecer, siempre hacia arriba y con cada canción más intensa que la anterior mientras el cantante y su equipo no dejaban de bailar en un escenario muy dinámico.

‘Livin’ la vida loca’ y ‘La copa de la vida’ fueron las dos últimas canciones, aunque Ricky Martin tuvo tiempo para recoger una camiseta de la selección española de fútbol.

Con ella puesta, se llevó otra ovación y recordó a los venidos de otros países, como Cuba, Venezuela, Brasil, Francia o Alemania.

«Todos aquí, unidos, en A Coruña», añadió mientras contaba banderas, entre las que también mencionó la arco íris.

Fue una velada mágica, llena de temas míticos y con un público veterano que sigue al cantante desde sus inicios, aunque también con jóvenes que lo escuchan en su última etapa.

Ricky Martin llegó a la ciudad, pegó su ‘mordidita’, se enamoró, enamoró y, como un pájaro, voló, quién sabe hasta cuándo. Aunque visto el triunfo apoteósico, esta vuelta deberá poco lejana.

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