No solamente de las grandes decisiones viven las empresas, que en su proceso organizativo deben buscar la excelencia desde la aparentemente más sencilla a la más complicada decisión. De ese resultado de las pequeñas y grandes actuaciones depende en gran medida que lo que pueda ser un producto o una oferta más estándar se convierta en exitosa. O, por el contrario, que a pesar de ser superiores a nuestros competidores en muchos aspectos, paguemos cara la falta de previsión en lo que dimos en considerar aspectos o parámetros menores.
Nuestra, oficina, el epicentro y centro neurálgico de nuestro trabajo, es un punto y aspecto a mimar ya que en muchos casos proyectará la imagen que de la empresa pretendemos dar a los demás. El material oficina es determinante también para marcar diferencias en muchos casos, como es por ejemplo el ahorro. Saber elegir, discernir y apuntar a las ofertas más interesantes es una ventaja competitiva.
El papel A4 sigue siendo el gran dominador de la esfera comunicativa analógica, aunque dentro del mismo existe una gran variedad de grosores, colores y cantidades que debemos tener en cuenta en nuestra planificación. Por otra parte, no solamente para tomar registros y copias es clave, sino que también la calidad y claridad de la superficie sobre la que realizamos nuestras comunicaciones dará un toque de exclusividad o mandará un mensaje sobre nuestra empresa.
Estamos en la época del digital, de lo virtual y del reinado absoluto de las redes sociales. Sin embargo, existen aspectos que inexorablemente nos siguen remitiendo a la necesidad del papel de oficina, del impreso, del trámite analógico y de la copia de tinta. Contabilidades, contratos, acuerdos de todo tipo y registros apuntan todavía a una metodología tradicional garante y previsión del fallo digital. Es por ello que el volumen de necesidades sigue siendo alto y, por lo tanto, se trata de un aspecto más sobre el que debemos estar encima para lograr un importante ahorro. Lo que es lo mismo, evitar gastos innecesarios.
Por lo tanto, la papelería está muy lejos de reducir su importancia en el mundo de la oficina y de su correcta selección dependerán en buena medida factores que solemos dar por hechos. Además, al no tratarse de un producto unitariamente caro corremos el riesgo de equivocarnos en la logística y en la previsión presupuestaria, con lo que caeríamos en un contratiempo innecesario para nuestros intereses.