No le hagan caso a Maduro cuando dice que respetará escrupulosamente lo que dictamine el Consejo Nacional Electoral de Venezuela en relación con las elecciones celebradas este domingo 28 de julio.
Y es trampa porque los miembros del Consejo Nacional Electoral los ha nombrado a todos él sin un solo representante de la oposición. Ni uno. De Roma viene, lo que a Roma va.
Y además este Consejo Nacional Electoral ha eliminado de un plumazo a miles de votantes del exterior. De casi 8 millones de emigrantes venezolanos, seis millones con derecho a voto, solo hemos podido votar 69.000. Lógico. Sabe que el voto exterior, imposible de manipular, es antichavista y un régimen dictatorial no quiere que le cuenten democráticamente y quedar en evidencia ante el mundo y, ante eso, ¿Qué hace?. Elimina de un plumazo a electores. Yo, sorpresivamente he salvado el voto, pero me han enviado una reseña policial del chavismo donde dice que podría ir a Caracas en estas elecciones y ante eso debían devolverme por donde había venido. Ya lo han hecho con ex presidentes, diputados del PP y de la antigua CIU, y políticos de otros países. El régimen está nervioso y a la defensiva.
Por los demás decir que he estado de testigo en el Consulado de Bilbao y todo ha ido muy bien. Sin problemas. Bien organizado. Era llegar, dar el nombre, buscar la mesa, poner la huella y firmar y votar en el papelón en un ovalito que hay al lado del candidato. Y no ha habido ni grandes colas, ni problema alguno salvo la eliminación de los que siempre han votado en el Consulado y el CNE les ha puesto a votar en Venezuela, como a mi mujer María Esther que la han mandado a votar a Caracas.
No tengo la menor duda que ganará el dúo Edmundo González Urrutia-María Corinna Machado, el problema no son solo los militares de un ejército sostenedor de una dictadura sino el tutelaje del régimen Cubano, omnipresente en absolutamente todas las estructuras de poder en Venezuela que no quieren quedarse sin su vaca lechera. Y estos si saben de control y de represión. Ese va a ser el gran problema.
Por lo demás he saludado a mucha gente amiga a quien hacía años no había visto entre ellos a Xabier Aranburu, aitona del jugador de la Real Jon Mikel Aranburu, con quien estudié en Marianistas de San Sebastian y que tanto a él, como a mí, nos autorizaron no estudiar aquella Formación del Espíritu Nacional falangista por ser extranjeros. Cosas de la vida. Nuestros aitas, los dos abertzales, gestionaron esa dispensa a través de la embajada y lo lograron. Eso era militancia.
Hay que estar muy atento ante lo que ocurra estos días y si por fin se acaba la agonía de una Venezuela tan querida.